Flotaba en el aire desde antes incluso de que Macri asumiera la presidencia. Había demasiados datos que él mismo y sus personajes más cercanos nos iban brindando de manera directa o solapada. Ya dejó de ser algo inasible o una suposición. La censura concreta ya está aquí, entre nosotros...
Esto recién comienza y ya se ha dejado notar en las cuatro manifestaciones que se han realizado en estos 7 primeros días de gobierno macrista. Una en apoyo a la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó y las otras tres para defender la Ley de Medios Audiovisuales, la última de las cuales se realizó ayer frente al Congreso de la Nación, que como acentuando la situación que estamos viviendo, permanecía cerrado...
En las dos primeras ocasiones al menos se pudo observar algunas escenas en algún que otro canal, tanto abiertos como de cable. Muy escasas, pero algo se mostró.
Lo más evidente y llamativo fue la clara censura que se ejerció respecto a las dos últimas, que fueron en respaldo a dicha Ley de Medios. Ningún canal de televisión (salvo Telesur) transmitió en directo (me dijeron que C5N transmitió no más de 4 o 5 minutos). Ni siquiera la TV Pública, que es como que está dando síntomas de haber sido cooptada o presionada para no mostrar algunas cosas que el gobierno no desea que sean conocidas, a pesar de que aún Hernán Lombardi no se ha hecho cargo de la dirección de los medios públicos. Sólo se emitieron unos 3 minutos en el noticiero central cuando ya había pasado media hora de emisión.
Por supuesto que ninguna de las señales del Grupo Clarín mostró nada de todo lo sucedido en la Plaza de los dos Congresos y supongo que los demás canales o bien fueron presionados de alguna manera o "se curaron en salud" y decidieron autocensurarse...
Un dato muy preocupante lo dio el periodista Roberto Caballero durante su programa en Radio Nacional, "Mañana más". Dijo algo que ya había circulado tiempo atrás pero que pareciera que se habría confirmado ahora. Dijo que el gobierno había decidido (tal vez acordado con el Grupo Clarín, agrego yo) no dar pauta publicitaria para ningún medio durante 6 meses. Si esto es así, los medios más poderosos no tendrìan demasiados problemas. Tienen espalda suficiente como para poder sostenerse perfectamente sin la pauta oficial. Sin embargo, los medios periodísticos de mediano y pequeño porte se verían seriamente afectados. Muchos de ellos podrían llegar a desaparecer y otros tantos tendrían que amoldarse a las exigencias que se les impondrían para volver a recibir ese dinero que necesitan como el aire.
Por órdenes de "arriba" (oficiales y/o privadas), por presiones del "mercado" o por falta programada de financiación, la libertad de expresión y de información ya mismo están seriamente afectadas.
Nunca, tal vez ni siquiera las dictaduras, habían contado con una cobertura o protección mediática como sucede con este gobierno. Necesitan de esto para poder aplicar las políticas de ajuste, de transferencia de la riqueza hacia los sectores más ricos y poderosos sin demasiadas protestas sociales y para desinformar a gusto imponiendo un discurso único y uniforme que desinforme y desaliente a la población. Un baño de anestesia masivo...
Sin embargo en estos tiempos afortunadamente se cuenta con otros medios para poder articular mensajes diferentes que contrasten con el "relato macrista y clarinista", para organizarse y convocar a resistir, de momento al menos por medio de manifestaciones que han sido singularmente masivas.
Tratarán de seguir ajustando y aceitando sus mecanismos de censura. Depende de todos y cada uno de nosotros poder encontrar lugares por donde filtrar otras ideas, otras formas de interpretar la realidad y de sentirnos juntos para resistir. Esto ya lo dijo ayer el ex ministro de Defensa Agustín Rossi durante su intervención en el programa que ocupa el primer lugar de la lista para ser borrado por el macrismo, 6-7-8...
Cualquier voz que aparezca, por pequeña que sea y por el medio que se elija o se pueda, será siempre muy bienvenida. Necesitamos que las ideas fluyan y se multipliquen, que se puedan discutir y difundir. Rendirnos al discurso monocorde y único es firmar nuestra sentencia de muerte civil...