En política suele usarse una técnica que también es común en las guerras (o lo era, cuando la tecnología no estaba tan desarrollada como ahora para matar como si se estuviera jugando al Playstation). Esa técnica es la "cortina de humo", que sirve para que detrás del humo quede oculto lo importante, lo que deseamos que el "enemigo" no se entere hasta que ya sea demasiado tarde.
Hoy escuchaba la radio como puedo hacerlo por mi trabajo: de a ratitos en los momentos en que me es posible. Así es que suelo perderme partes de comentarios o reportajes que me resultan de interés. A veces puedo reconstruir el sentido total, otras veces, no... O me pierdo los nombres de los protagonistas.
Este último es el caso de lo que quiero comentar y a quién hubiera deseado darle el crédito...
El reporteado planteaba que pensaba que el nombramiento de Abel Posse al frente del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires, bien podría ser una "cortina de humo" lanzada por Macri para ocultar lo realmente importante: el tema del espionaje y del perfil represor de su aún no nacida policía Metropolitana y los abusos y discriminaciones producidas por la patota de la UCEP (Unidad de Control del Espacio Público) contra los indigentes...
Es algo posible. Es ver a Macri con un mínimo de inteligencia. Justamente, todos pensamos que no sólo es un fascista hecho y derecho, sino que todos lo vemos como a un perfecto imbécil... porque sólo un imbécil podría cometer los grosísimos errores que viene perpretando día tras día...
Si bien es verdad que cometió errores enormes, creo que lo suyo fue, en todo caso, una mezcla de imbecilidad con sensación de impunidad...
Pero en el caso de Abel Posse, fue tan grosero ese supuesto yerro, que hace pensar que de verdad pueda haber algo más detrás de esa movida. Además, ahora se me hace demasiado sugestivo el hecho de que justamente el mismo día en que Posse asumía su cargo, La Nación publicaba lo que publicó: una sarta de pensamientos pornográficamente fachistas...
Demasiado burdo, creo...
Hace días que todos hablamos de Posse y de que hay que moverse para echarlo porque semejante esperpento no puede estar al frente de la educación de chicos y adolescentes porteños... Es demasiado peligroso.
Mientras, con lógica y con justicia, todos estamos embarcados en ese pensamiento, lo que más le interesa a Macri quedó de lado. Consiguió unos días de respiro para poder seguir con su tètrico plan de la Policía represora y espía.
No hay que olvidar lo de Posse en Educación, pero tampoco debemos olvidar la nueva "maldita policía" que Macri quiere instalar en la ciudad de Buenos Aires...
