Nos encontramos al día de hoy a pocas horas de que se termine un ciclo de 12 años que claramente fueron una "anomalía" (como dijera Hernán Brienza) en la historia argentina. Es cierto que la mayoría de quienes adherimos a este proyecto político tenemos el deseo y la voluntad de que no sea el fin, sino apenas una demora para luego seguir construyendo un país nuevo y mejor después de haber asimilado y corregido los errores cometidos y con nuevas energías, ideas y voluntades...
Pero en el mientras tanto suceden cosas que van delineando y hasta confirmando algunas o todas las sospechas que desde siempre tuvimos respecto a un eventual gobierno macrista o de quien fuera que representara un proyecto de la derecha nacional.
Vivimos los momentos previos al "vamos por todo" de los poderes más concentrados, nacionales e internacionales. En realidad nunca dejaron de intentar ir por todo. Siempre ha sido así a lo largo de toda nuestra historia. Pero nunca como en este momento la derecha más salvaje encontró o supo construírse un resquicio por el que se apoderó del gobierno por medio de elecciones, algo inédito en el país. Tampoco nunca recibieron un país en tal condición que les resulta mucho más apetecible que antes. Con una deuda muy reducida, con las empresas estatales revalorizadas y potenciadas y con una industria que, aún cuando le falte desarrolarse más, está en condiciones mucho más ventajosas que nunca antes tal vez...
Es un botín muy jugoso y se aprestan a apoderarse de él. Habrá tiempo para ir tratando de ver lo que vaya sucediendo en el día a día. Por el momento asistimos a una puesta en escena que principalmente comenzó a hacerse más potente desde hace alrededor de dos meses atrás con una ofensiva sobre todos los frentes del kirchnerismo. El viejo deseo de ver desmoronarse al gobierno y que tuvieran que salir escapando de la Casa Rosada se les cayó. La presidenta mantuvo y mantiene aún su capacidad de gobernar con firmeza y lo hará hasta el propio 10 de diciembre... y esa es una de las cosas que más odian por estos días. Si el gobierno hubiera sucumbido a semejantes maniobras y presiones, como pasó con la mayoría de los predecesores, le hubiera resultado mucho más sencillo que sus "ajustes" o "sinceramientos" fueran a fondo y de manera salvaje.
Aunque resultan muy obvias algunas de las maniobras que viene realizando la hasta hoy oposición, en la mayoría de los votantes macristas sigue indemne la ceguera para ver lo que normalmente es imposible dejar de ver. Algunos ya han comenzado a notar cosas que no les gustan, a otros no los deja tranquilos y hasta algunos más seguramente ya se habrán arrepentido de su voto. Pero claro, ya es demasiado tarde...
Sin dudas que no es sólo un tema económico, productivo y social lo que es altamente preocupante. Resulta evidente que lo que pretenden hacer por múltiples razones no les será tan sencillo llevarlo a cabo como otras veces, en especial porque la sociedad (incluyendo a muchos de sus votantes) no permitirán dócilmente que se les quiten los derechos adquiridos ni que se destruyan las fuentes de trabajo o que se despidan trabajadores masivamente. Habrá resistencias cada vez más potentes a medida que intenten profundizar su proyecto neoliberal y esto sólo contempla una respuesta posible: la represión, que también será cada vez más poderosa a medida que la resistencia sea mayor...
Ahora es momento de expresar la tristeza popular, pero lo más pronto posible es necesario recomponer los ánimos y la decisión de lucha y resistencia. Templar la voluntad y afirmarse en las convicciones. Todo ello con el más alto sentido posible de solidaridad y unión...
Vienen tiempos difíciles y es necesario estar preparados lo más rápidamente posible...
