29.7.08

Los Estados de América Latina contra la nueva guerra del opio británico

Traducido de Solidarité et Progrès

26 de julio de 2008

La combinación de la derrota de las FARC y de la aceptación por el presidente colombiano Álvaro Uribe de la oferta hecha por el presidente venezolano Hugo Chávez de construir un ferrocarril trasandino, crea las condiciones de una ruptura con el sistema de libre cambio británico en toda la región. El desarrollo mutuo tiende así a sustituirse en un clima de guerra hasta ahora mantenido por todos los pescadores en aguas revueltas.

En efecto, el Club informal de los presidentes sudamericanos repitió la iniciativa, a pesar de la tentativa de las fuerzas financieras que le son opuestas, pretendiendo desestabilizar la política argentina de independencia nacional promovida por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En una semana, acuerdos de cooperación económica se esbozaron, alrededor del proyecto del Banco del Sur:

El 11 de julio, Chávez y Uribe, planos en mano y lejos de sus consejeros ideólogos, examinaron el potencial de proyectos de desarrollo de ferrocarriles, canales y explotaciones agrícolas en los "llanos" (planicies interiores) poniendo fin a un enclave; el 18 de julio, el presidente brasileño Lula da Silva, Hugo Chávez y el presidente boliviano Evo Morales anunciaron el lanzamiento de las inversiones correspondiente a la construcción de la autopista boliviana transoceánica, permitiendo unir los puertos brasileños del Atlántico con los puertos chilenos del Pacífico;

El 19 de julio, Lula y Uribe presentaron proyectos de cooperación a gran escala entre sus dos países, en los campos agrícolas, industriales y ferroviarios.

Colombia anunció su intención de adherirse al Consejo sudamericano de defensa organizado por Brasil; el 20 de julio, el presidente peruano Alan Garcia celebró el día de la independencia colombiana con Uribe y Lula, y los tres presidentes firmaron un acuerdo de cooperación contra el tráfico de droga.

Francia tendría un papel importante para jugar en estas iniciativas de paz por el desarrollo mutuo, aportando su saber y su competencia en los campos nucleares y ferroviarios, las comunicaciones y del tratamiento de las aguas. Le queda recobrar el espíritu de viaje del general de Gaulle en América Latina, en 1964.
"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)