31.3.09

PINO SOLANAS: La dignidad de los nadies (video de la película completa)

En el blog de Rafapal leía que nosotros, los argentinos, tenemos experiencia en el tema de las profundísimas crisis, en el tristemente célebre "corralito", etc.

Sí, es cierto, tenemos experiencia en estas cosas, aunque pareciera que rápidamente olvidamos lo aprendido. Pero sé que estas cosas quedan grabadas en la memoria. Hasta en los genes, podría decir. Eso no significa que evitemos caer nuevamente en los terribles errores que cometimos alguna vez, pero sí que tenemos cierta gimnasia como para enfrentar nuevas situaciones similares. La crisis "global" plantea desafíos similares. No sólo para la Argentina, sino para todo el mundo.
Rafapal sugiere que viendo esta película de Pino Solanas, todos pueden tener una idea de "lo que se nos viene encima".

Les dejo el video con la película completa y debajo de él, el comentario completo que aparece en la propia página de su autor y director, Pino Solanas.
Creo que es muy importante dedicarle atención...






LA DIGNIDAD DE LOS NADIES, 2005, 35 mm color.
Producción CINESUR s.a. (Buenos Aires); en coproducción con “DEZENOVE som e imagens” (San Pablo.Brasil); “THELMA Film AG” (Zurich); Televisión de la Suisse Romande (Ginebra).

Con la participación del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Argentina); Universidad Nacional de San Martín (Argentina) y el programa Ibermedia.

Fue rodada en el gran Buenos Aires, el centro del país y la Patagonia. Ocho semanas de rodaje repartidas en dos años y diez meses de montaje y edición

Estrenos y Festivales

Ver Crítica de la película


›› NOTA DE INTENCION:

Durante los años 90 reiteraron la idea de que la realidad no podía ser cambiada, que debíamos resignarnos al camino único neoliberal. Una cultura de la derrota, amnésica e hipócrita, caló hondo en los sentimientos de millones de personas. Pero otra realidad venía demostrando lo contrario a través de miles de actos individuales y colectivos. Con “La Dignidad...” he querido revelar las pequeñas victorias y hazañas cotidianas de “los nadies”, alternativas y propuestas solidarias que demuestran como este mundo puede ser cambiado.


›› GENESIS DEL FILM:

“La Dignidad de los Nadies” se concibió a partir de la catástrofe social que la Argentina vivió a comienzos del siglo XXI: 25% de desocupados y 60% de pobres e indigentes. Éramos capaces de alimentar 300 millones de personas y se morían de hambre o enfermedades curables cien personas al día. Más muertos por año que todos los desaparecidos del terrorismo de Estado. La tragedia me empujó a hacer memoria contra el olvido. Los más jóvenes preguntaban qué había sucedido y aunque lo habíamos denunciado muchas veces durante los 90, era necesario traer las imágenes de esa historia y colocarlas en su contexto. Así nacieron “Memoria del Saqueo” (2002/2004), un análisis de las políticas del poder, y “La Dignidad de los Nadies”, construida con relatos e historias de algunos protagonistas de la resistencia social. Una epopeya anónima y cotidiana de los traicionados de siempre: clases medias empobrecidas desocupados o piqueteros que salen a cortar rutas. Una situación similar vivida décadas atrás me llevó a concebir “La Hora de los Hornos” y luego “Los Hijos de Fierro”: dos películas distintas e independientes entre si sobre la Argentina de entonces y sus luchas sociales.

En los años 90 se impuso, a través de los medios, el discurso del único camino. Una cultura de la derrota que aun perdura en millones de personas, a pesar de cientos de movilizaciones que demostraron la posibilidad de vencer la impunidad. La insurrección espontánea del 19 y 20 de diciembre del 2001 será una de las primeras victorias contra el modelo global. En “La Dignidad de los Nadies” se recogen experiencias a través del relato de sus protagonistas. Difícil imaginarse que las chacareras, ajenas a los asuntos bancarios o políticos, iban a ser capaces de organizar un vigoroso y original movimiento de resistencia enfrentando a los bancos e impidiendo más de mil remates judiciales. Los comedores barriales y comunitarios, los dispensarios, panaderías y otras iniciativas sociales creados por los vecinos para dar respuesta a la pobreza y al hambre. Las decenas de marchas del silencio de familiares de las víctimas de las mafias policiales que lograron desenmascarar a los asesinos y llevarlos a juicio. Las fábricas recuperadas por sus ex trabajadores demostrando que con la autogestión y sin estructuras jerárquicas de gerentes y capataces, podían producir con eficiencia y calidad.

Al recorrer el país y hablar con trabajadores, especialistas, productores, ciudadanos, campesinos, indígenas, fue creciendo la idea de realizar un fresco sobre el país. Cuatro largometrajes independientes entre si, pero unidos por el tema de la Argentina: de la devastación y saqueo del modelo neoliberal, a la reconstrucción y las alternativas de un nuevo proyecto capaz de recuperar los derechos conculcados y democratizar la democracia.

A “Memoria del Saqueo” y “La Dignidad de los Nadies” le seguirán “Argentina Latente” y “La Tierra Sublevada” que tienen avanzada su preparación; el rodaje debe comenzar en los próximos meses.


›› CONCEPCION CINEMATOGRAFICA:

LA DIGNIDAD DE LOS NADIES no es un solo cine de testimonio, tampoco es ficción. Parte de la realidad pero utiliza procedimientos de otros géneros y al contar hechos e historias de personajes, se acerca a la ficción. En la “La Dignidad... “ busqué fusionar géneros, acercar hechos reales al relato narrativo, usar procedimientos del documental con los de la ficción o del cine de ensayo. Su estructura narrativa es como la de un libro abierto con relatos, crónicas e historias, buscando que lo testimonial se fusione con lo poético, el ensayo con los testimonios y los personajes con la vida. La noción de los géneros se ha revertido y los límites entre la ficción y el cine documental, son difíciles de precisar. Un cine de fusión libre ayudado por las ventajas que brindan las nuevas tecnologías -pequeñas cámaras digitales y micrófonos- dando paso a una renovación formal y temática como reacción a la uniformización de los estilos y modalidades narrativas. El predominio del lenguaje televisivo y los modelos hollywoodianos han degradado la mirada y la capacidad creativa de los realizadores. Casi todos los films se parecen en su perfección profesional, pero sus temas y conflictos - comparados con la complejidad y riqueza que viven las personas reales- resultan cuentos mil veces contados.

Como en “Los Hijos de Fierro” –1975- he tratado de hacer un retrato social que recupere la riqueza antropológica de los protagonistas. Dar voz e imagen a quienes no la tienen y están ausentes de los medios de comunicación; rescatar la humanidad de los anónimos “nadies” que la crisis empujó a realizar pequeñas hazañas cotidianas. Los he acompañado en su búsqueda de trabajo, en sus esperas y protestas; compartí la cocina de sus casas o las tiendas de los campamentos tratando de recuperar sus experiencias y sentimientos. Siempre me apasionó la historia y las imágenes de época: volver al pasado a través de fragmentos de vida filmados. De todos los lenguajes, el cine es el único que puede guardar para siempre la imagen viva, hacer inmortales a los hombres. También, como en “Los Hijos de Fierro”, he retomado en el relato la copla popular, que tiene origen en la payada del siglo XIX. El payador era el gaucho cronista que recorría la pampa transmitiendo las noticias en verso y acompañándose con la guitarra. En “La Dignidad...” las coplas nos introducen a los personajes.

En mis películas de testimonio, siempre hice la cámara no sólo por lo que se selecciona en el momento de toma única, sino porque sus movimientos y su tensión son como el trazo del pintor. Desde la cámara se inventa y compone la puesta. “La Dignidad “ se comenzó con una cámara Beta Digital grande para obtener una buena imagen, pero la gente creía que éramos de la televisión, cambiaba su conducta y perdía espontaneidad. Cuando comparé esas imágenes con las rodadas con mi pequeña cámara digital durante la investigación, estas últimas eran superiores. Así fue que decidí filmar con cámaras chicas, reemplazar las posibilidades de una mejor imagen por una mayor verdad. Tampoco tenía necesidad en “La Dignidad” de los dos puntos de vista y cámaras que usé en “Memoria del Saqueo”: una cadenciosa y objetiva para los escenarios del poder; otra pequeña y subjetiva desde la gente. En “La Dignidad”, casi todo está filmado con una cámara en mano que acompaña siempre a los personajes.

He dedicado “La Dignidad de los Nadies” a dos grandes realizadores de quienes recibí generoso apoyo: Fernando Birri , iniciador del documental social en la Argentina y maestro de varias generaciones de cineastas latinoamericanos, y Valentino Orsini , cuyo estímulo y solidaridad me posibilitó terminar “La Hora de los Hornos” en la Ager Film, de Roma, la productora que compartía con los hermanos Taviani, Giuliani Da Negri y Luiggi Battistrada.


›› EQUIPO TECNICO

Dirección: Fernando E. SolanasGuión, textos y relato: Fernando E. Solanas / Investigación: Alcira Argumedo / Director de Producción: Daniel Samyn / Coordinadora de Producción: Victoria Solanas / Productor delegado y ejecutivo: Fernando E. Solanas / Productor delegado (Brasil): Sara Silveira / Cooproductor (Zurich): Pierre Alain Meier / Imagen y cámara: Fernando e. Solanas / Asistencia: Rino Pravatto y A. Fernández Mouján / Montaje: Juan Carlos Macías, Martín Subira/ Sonido directo: Marcos Dickinson, Abelardo Kuschnir / Dirección de sonido: Martín Grignaschi / Asistente (dirección, producción): Ivan Gotthold / Secretaria producción: Elida Romero

Laboratorio imagen: Cinecolor (San Pablo-Brasil) / Mezcla de sonido: Sound Rec (Buenos Aires)

Distribuidor argentino: Distribution Company / Venta Internacional: Cinesur s.a.


›› PREMIOS:

62ª EDICIÓN DEL FESTIVAL DE VENECIA (SEPTIEMBRE 2005)

* DOC/IT (Asociación de documentalistas italianos)
“Por la sensibilidad poética y el compromiso cívico para narrar un momento dramático de la historia argentina, haciendo universal el dolor y la dignidad de un pueblo a través de memorables testimonios de los pequeños héroes de la cotidianidad"
* Premio Derechos Humanos (Human Rights Film Network Aware)
Por "su capacidad para representar la resistencia de las personas y su lucha para salvaguardar el derecho fundamental del individuo y la colectividad".
* Mejor Pelicula Latina - Premio Citta di Roma-Arcobaleno Latino
Un film necesario y potente que testimonia con vigor intelectual y maestría cinematográfica la cotidiana batalla de hombres y mujeres contra la impunidad y la degradación social.
* UNESCO ( CICT – UNESCO “Enrico Fulchignoni”)

NUEVO FESTIVAL DE MONTREAL

* Premio special de L'office National du Film
Mejor film documental por sus cualidades técnicas, la fuerza de su temática, su mirada de autor y la justeza con la que el realizador ha mostrado el coraje y la dignidad de sus conciudadanos.

SEMANA INTERNACIONAL DE CINE DE VALLADOLID (50 EDICIÓN)

* Mejor Documental
Por mostrar con precisión narrativa las victorias solidarias de los desfavorecidos frente a los efectos devastadores de las nuevas políticas neoliberales.

FESTIVAL DE CINE DE LA HABANA

* Premio Memoria del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
“Por dar continuidad, con lucidez y rigor, a la crónica de la realidad actual de su país a través de la visión humana y participativa de sus personajes, que rescatan –a través de estas imágenes– su rostro y su dignidad”
* Premio de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano

PANTALLA PINAMAR

* Premio SIGNIS Argentina
* Premio Balance de Plata


Sinopsis tomada de la página oficial de Pino Solanas
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24.3.09

Sobre la sesión especial convocada por la oposición (por Claudio Lozano)

Si bien a veces no estoy del todo de acuerdo con sus posturas (por ejemplo, con su voto en la famosa sesión del Congreso por la Resolución 125) considero que hay unas cuantas cosas que sí comparto, mucho más que con la gran mayoría del espectro político.
Aquí les dejo el útlimo comentario que dejó en su blog Corte x Lozano y con el que estoy de acuerdo de manera general...

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NO COMPARTIMOS EL PEDIDO DE SESIÓN ESPECIAL NI EL PROYECTO QUE SE PRESENTA, PORQUE DESFINANCIA DE MANERA EXAGERADA AL SECTOR PÚBLICO Y DISTRIBUYE DE MANERA INEQUITATIVA LOS RESULTADOS DE LA REBAJA EN LAS RETENCIONES.


Ni todo el campo necesita que se le bajen las retenciones ni es cierto que, de realizarse una sesión especial, el único tema para tratar sea el del sector agropecuario. Hay muchas otras cuestiones como la pobreza, el empleo, los salarios, las jubilaciones, las tarifas que merecen la atención de este parlamento y de cada uno de sus integrantes. Pero, además, tampoco compartimos el proyecto en torno al cual se convocó a la sesión especial, por varias razones:

1 – porque es exagerada la rebaja en el nivel general de las retenciones. Por ejemplo la soja, que en el proyecto citado queda con una retención del 25%, podría tener una retención del 31% si se tomara en cuenta un criterio razonable de retenciones móviles en consonancia con la baja de los precios vivida a nivel internacional. En el caso del trigo, que en el proyecto queda con una retención del 15 %, el nivel lógico sería del 20 % y en el girasol, en lugar del 15% debería ser del 27 %.

2 – porque hay una escasa segmentación en el proyecto y una ausencia de diferenciación en el tipo de productor. Como consecuencia de estas dos cuestiones, la aplicación de este proyecto implica una elevada desfinanciación del Estado (perdería, por ejemplo, casi el 60% de la recaudación por retenciones a la soja) y el beneficio se repartiría de manera muy desigual. Se concentraría 10 a 1 en, apenas el 4 % de los productores. Así, mientras un productor de más de 10.000 toneladas se quedaría con una oxigeno de más de u$a 400.000, los productores chicos se quedarían con apenas u$a 32.000.

Por lo tanto, porque desfinancia de manera exagerada al sector público y porque distribuye de manera inequitativa los resultados de la rebaja en las retenciones, entendemos que no corresponde plantear un proyecto de esta naturaleza. Desde nuestro punto de vista, a los niveles generales de retenciones que ya mencionamos se los debería acompañar con una profunda segmentación, que establezca categorías mucho más precisas como monotributistas, hasta 300 toneladas, hasta 600 toneladas, hasta 1000 y de 1000 en adelante.

Por último, tampoco compartimos la sesión especial convocada para el día de mañana por que es el resultado de la estrategia política de una oposición consentida, que solo corre presurosa frente a las demandas del campo cuando entiende que con esto gana votos.
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18.3.09

Ideas del Norte (Por Sandra Russo)

A Jorge Rial se le caía la baba, ayer, y repetía: “Nosotros, un programa de chimentos, terminamos hablando de la inseguridad... Cómo estarán las cosas, viejo”, y Luis Ventura asentía y los otros panelistas hacían una encuesta entre ellos para sondear el clima que se vive, y sí, de siete, cuatro habían “sido víctimas de episodios de inseguridad”. La farandulización del tema comenzó hace una semana con Susana Giménez repitiendo “el que mata tiene que morir” y “déjense de hinchar con los derechos humanos y esas estupideces”. Le siguieron otros: Cacho Castaña, Moria Casán, Luis Alberto Spinetta, Mike Amigorena, Romina Gaetani, pero la frutilla al postre del diente por diente se la puso el martes Marcelo Tinelli.

“Están todos libres y vos encerrado en tu casa (...). Cuando el victimario termina siendo víctima, las cosas están mal. Esto no puede seguir así, yo estoy harto como todos y exijo soluciones”, dijo Tinelli, que esta temporada reapareció rapado, tatuado y con pinta de pandillero puertorriqueño. El rey argentino del entretenimiento, a quien la farándula rinde honores porque produce mucho y paga bien, se unió así a los repetidores vip de frases cliché calientaambiente, para beneplácito de todos los otros que comparten el “así no se puede seguir”, y presumen o dan a entender que una manera de seguir más interesante sería la de los paredones, los linchamientos o la pena de muerte. Después algunos se retractan con un “soy católico”, como si eso les asegurara la pulsera flúo para el vip del cielo.

¿Qué le vamos a pedir a Tinelli? ¿Que esté del lado de los buenos, si él hace décadas que solamente está de su propio lado? ¿Se puede imaginar a Tinelli haciendo algo que no lo beneficie? Ahora salió a decir que él es “un luchador por los derechos humanos”, pero dispénsenlo, porque se hartó. A él no le mataron ni siquiera al florista, pero cualquiera tiene un límite. Esto de vivir en un país con tanto paco y tantos pibes chorros no tiene nada que ver con él, él paga sus impuestos y exige que le limpien la cuadra.

Ninguno de los del círculo áureo de la farándula pide justicia, sino ajusticiamiento. Son los bufones irracionales de la nueva ola conservadora, que ya llegó, está aquí, mordiéndonos los talones. Están diciendo barbaridades porque queda bien, para la masa indiferenciada que ellos mismos entretienen, pedir sangre. Un poco de circo romano después de una primavera progresista. Esta primavera está por volverse otoño si no la cuidamos con mucha delicadeza.

Según los entendemos y los respetamos tantos otros, los derechos humanos no son solamente para las víctimas, sino sobre todo para los victimarios. La civilización subió un peldaño cuando al victimario se le reconocieron sus derechos. Por eso para los represores se pide que se aceleren los juicios, y nunca, nunca, nunca, que los maten. Eso nos diferencia de los caníbales. Que no queremos comernos crudos a los otros.
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Los otros (Por Eduardo “Tato” Pavlovsky)

El otro día salí de mi casa y me encontré con seis niños que me esperaban con las manos abiertas rogándome si les podía ofrecer un poco de comida (no de dinero). Los niños tendrían entre 3 y 8 años. Yo conocía a la madre, a la que había ayudado varias veces, y ella me dijo: “Doctor, por favor, tienen hambre, quieren comer algo”. Un tanto impresionado por la visión kafkiana de la cara famélica de los niños saqué 20 pesos y se los di, señalándoles una rotisería donde podrían conseguir el almuerzo del día. La verdad es que la alegría de los chicos fue enorme y partieron corriendo hacia el almacén. Salí de mi casa caminando hacia Libertador cuando vi otro chico que se acercaba para pedirme comida. Le conté que hacía unos minutos unos niños me habían pedido comida y que estarían comprando en la fiambrería de la esquina –con un pequeño dinero que les había dado– y que tal vez podía pedirles algo. Salió corriendo y casi un coche se lo lleva por delante, tal era la velocidad y distracción que imprimió a su carrera. Seguí caminando hacia Libertador, donde tomé un taxi hasta Rodríguez Peña y Santa Fe.

Otros aires dije yo, otra ropa, otras mujeres. Me sentía en París. Cuando una señora con una beba en los brazos me agarró de un hombro y me dijo: “Don, me puede ayudar, hace un día que la nena no come. Vaya si quiere Ud. a la farmacia y cómpreme leche en polvo. Yo lo espero aquí. Para la nena es importante...”. No tuve cuerpo ni bolas para ir a la farmacia, le di 15 pesos, que era el vuelto que me quedaba. La señora, muy agradecida, me dijo –con sus ojos verdes humedecidos por un llanto que no parecía fingido– “que Dios lo ayude” y se fue caminando hacia la farmacia.

La indigencia, la pobreza, pensé, es una fábrica de construcción de delincuencia. Hacía un rato había escuchado a un psiquiatra por TV decir que la delincuencia es congénita y que no hay tratamiento posible para ella. Sólo encerrarlos para toda la vida por su peligro, ante la mirada aprobatoria de los demás ignorantes que lo rodeaban.

Me acordaba de que en las favelas de San Pablo los niños luchaban a favor de los narcotraficantes en contra de la policía, porque los narcos les daban comida. ¿Por qué iban a luchar en contra de quien los alimentaba?

Pensaba –como lo he observado– que la delincuencia profesional toma a estos niños de la calle y los forma como especialistas del robo. Pensaba en los niños de las verjas que me pedían comida, en el niño que se me acercó después, en la joven señora que me pedía leche en polvo de la farmacia. Con qué valores se formarán –cuando no existe el continente afectivo que los proteja–, cuando no tienen ropa, cuando no comen bien, cuando no tienen estudios ni recursos sanitarios, cuando sacan la comida de las bolsas de la calle, cuando ven hoy más que nunca la desigualdad social llegando a límites insospechados.

El 30 por ciento de los niños en nuestro país son pobres o indigentes. No querer ver que existe pobreza e indigencia es responsabilidad del Estado, es aceptar que las crisis las podemos sufrir la clase media y la clase alta –2/3 del país–. Pero ese sector del subdesarrollo de los recursos humanos más elementales no sufre las crisis ni las entiende. Sólo percibirá el menor suministro del limosneo o la menor calidad de la comida que arrojan en las bolsas los privilegiados de siempre.

Pero siendo así –lo vemos así– no podemos dejar de percibir la desigualdad social cada vez más escalofriante. Me pregunto por qué el Estado no lo nombra y actúa en consecuencia. Tres generaciones de niños con daños neurológicos por falta de una educación adecuada y mal atendidos en los hospitales porque muchos no tienen dinero para viajar.

Si no se ataca la pobreza como prioridad absoluta estamos matando literalmente a estas vidas sin futuro, sin alegría, sin esperanza, 1/3 del país. Vidas desahuciadas. Vidas desperdiciadas. Las corporaciones políticas parecen esquivar el gran problema. Pero esta gente –sólo ayudada por algunos movimientos sociales– queda de espaldas a la vida. Sin pertenencia de país. Sin arraigo. Todo esto nos pasa a nosotros y lo más terrible es que aún hoy hay recursos para sacarlos del infierno, del lugar de la promiscuidad, del hacinamiento, de la desnutrición y de la delincuencia. No debemos ser ahora indiferentes a la muerte de ocho niños por día en nuestro país de hambre. Es un crimen. En serio. Crimen que tiene responsables.

* Psicoanalista. Autor, actor y director teatral.
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16.3.09

Producir la realidad (Por Eduardo Aliverti)




Las movidas ajedrecísticas en el tablero electoral pusieron una pausa de última hora que será solamente eso, una pausa, en el curso de una sociedad que a través de la acción multimediática ya venía en campaña desde el retorno veraniego. Las especulaciones, las críticas de unos y otros, las lupas más precisas sobre los candidatos potenciales, serán un suspiro al cabo del cual, salvo por un algún imprevisto, se volverá a unos escasos ejes temáticos que retomarán el dominio de la escena.
¿Qué cuenta hay que sacar cuando se habla nada más que de unos pocos temas muy puntuales? Sencillísimo: la de cuáles otros se ignoran. ¿Así de fácil? No, por lo visto o por lo que se intuye. Que cada quien conteste preguntas como las siguientes, que de tan elementales generan mucho pudor al formularlas. Y que se limitan a recorrer el tratamiento periodístico de esos temas.
¿Por qué será que no se lee ni escucha a experto alguno respecto de la ola de inseguridad que viven los porteños y los habitantes del conurbano bonaerense (demos por sentado que efectivamente pasa eso; o sea: no nos permitimos dudar ni por un instante de que estamos, en efecto, en el peor de los mundos)? ¿Por qué será que quienes lideran lo que dice sobre el punto la “opinión pública” -a sus anchas en la acepción de que eso es la suma de las opiniones que se publican- son Susana Giménez, Marcelo Tinelli, Sandro, Moria Casán, Mike Amigorena y, ¿caramba?, Luis Alberto Spinetta? ¿No hay ningún artista ni figura de renombre que piense lo contrario? ¿Ninguno? ¿Puede ser que absolutamente ninguno? ¿Puede ser que nadie, pero nadie, se acuerde de que durante los largos meses del pico conflictivo con “el campo” desaparecieron de los medios todos los asesinatos habidos y por haber? ¿Y es probable que tras haberse destapado la conexión entre laboratorios farmacéuticos y “ruta de la efedrina”, y entre mafias policiales y un ¿secuestro? resonante, la policía aparezca repentinamente como víctima casi principal del estado de las cosas? ¿Sí? ¿Es probable?

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¿Y es fehaciente como casualidad que el asentamiento de este clima denso, muy denso, se dé justo cuando por fin se decidió presentar el proyecto de una Ley de radio y televisión que acabe con la pornografía de estar regidos por la sancionada en la dictadura? ¿Es concebible que no haya un solo periodista, un solo intelectual, un solo analista, casi ni siquiera para disimular que hay alguito de honestidad profesional, capaz de rebatir técnicamente la propuesta? ¿Ni uno solo hay, como para que todo se remita a ponerle altoparlante a Gerardo Morales, Patricia Bullrich y Federico Pinedo, entre otros connotados especialistas en el área? ¿Ni uno solo hay en ninguno de los diarios, radios, canales abiertos, canales de cable, portales, de todos los medios de las grandes corporaciones? ¿Y es verosímil que se haya producido sólo por esas cosas de la vida la aparición del secretario del Episcopado, para afirmar que la corrupción está “institucionalizada”? ¿Justo ahora tiene el monseñor la ocurrencia de aparecer para decir eso?
El Gobierno también se cuenta, y vaya cómo, entre quienes no contribuyen a entender nada, haciéndole el juego a la des-conciencia. Un oficialismo que se autovictimiza cargándole a terceros, sin un gramo de autocrítica, la factura de los ataques que sufre. Lo que hizo Kirchner en Catamarca -sólo por tomar un dato de la coyuntura- es inenarrable, pero no porque lo sucedido en esa provincia vaya a ser decisorio respecto de nada en términos electorales. Es porque actúa como un angurriento coyuntural. Pierde de vista de vista que cualquier cálculo que haya sacado, como para aliarse con Saadi y Barrionuevo, debe medirse con cómo influye lo que hace no sólo hacia mediano plazo sino en torno de las grandes batallas conceptuales que se libran en el corto . Probablemente, su cuenta haya sido que ese acuerdo con semejantes impresentables le permitió subsistir en la repartija parlamentaria provincial; y que los muchos miles de votos perdidos en la escenografía nacional habrá de recuperarlos porque, finalmente, el voto progre le será fiel. Mentira. Los progres no son fieles en este país y la unión con esos mostrencos es susceptible de volcarlos hacia Carrió o cualquier opción de derecha “presentable”. Esa irreflexividad lo llevó a comerse con plus las portadas en contra, y en consecuencia a todas las radios y canales que obedecen a esas portadas. Supongamos que su matemática política le da que, de todas formas, los medios lo harán pelota. Y que por lo tanto, perdido por perdido, es mejor jugarse a todo o nada. Es válido, pero, ¿con quiénes se juega así? ¿A quiénes moviliza de su lado? ¿Con quiénes articula? Con nadie o muy pocos, parece, como no sea la construcción de un Gran Relato de “nosotros contra ellos” reposado en nada más que él y Cristina. Simplifiquemos: chocar contra Clarín y La Nación y la Sociedad Rural&Cía, más Susana y Tinelli y, encima, el espectacularismo mediático global de que se pudre todo, es respaldable a dos manos pero requiere de inteligencia, cuadros políticos y vocación movilizadora. ¿Se dedican a eso los K? ¿O sólo quieren protagonizar luchas de estrellato progre personal?
Pero bueno: ésa es una disquisición que viene dialécticamente paralela, o a posteriori, de si primero esta sociedad tiene claro que el ridículo debate sobre la pena de muerte no se lo puede conducir Cacho Castaña. De si entiende que asustarse y sufrir por los delitos no se arregla con salir a ajusticiar con sangre y fuego a cualquier morocho que ande por ahí. De que la policía es parte del problema y no de la solución, como elemento constitutivo de la represión de clase y de la corrupción que ignoran los obispos. Los medios han logrado legitimar un discurso, mediante el cual ocultan que, además o en lugar de reflejar la realidad, la producen. Lo hacen a través de una construcción de sentidos por la que, sin ir más lejos, uno mismo se pone a escribir para retrucar a esa bajada de línea hegemónica, que no es otra cosa que la lógica de la dominación porque los medios no son otra cosa que el poder mismo. ¿Cuántos y quiénes reparan en eso?

Hay un chiste que de tal no tiene nada, adjudicado a diversas fuentes según la navegación y recepción por Internet que cada quien escoja. Resulta que Evo Morales y Bush (a este último habría que cambiarle el nombre pero no el simbolismo) se quieren juntar a solas. Lo hacen en un bote en un lago sudamericano, pero los medios se enteran y miles de periodistas de todo el mundo se apostan en la orilla. Al Bush se le vuela el sombrero tejano y Evo salta del bote, camina sobre el agua, recupera el sombrero, vuelve -siempre caminando sobre el agua- y se lo entrega. ¿Qué titulan los diarios y los noticieros?: “Evo no sabe nadar”.

MARCA DE RADIO, sábado 14 de marzo de 2009.


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15.3.09

La "inseguridad": verdades, mentiras, manipulaciones, imbecilidades e hijoputeces varias...

De lo que menos querría hablar por estos días es del meneado tema de la "inseguridad". Pero lo voy a hacer de manera tal que me sirva como una especie de catarsis, como un exorcismo personal para eliminar de mi cabeza todo lo que de todas partes y de todas las maneras posibles intentan meterme dentro. Es una cuestión de salud mental, nada más (ni nada menos)

Ayer llegué a mi límite.

Hace ya más de un año que se puede decir que desterré a la televisión de mi vida. Si veo algo, es porque alguien de la familia lo encendió y algún reflejo condicionado me queda y hace que desvíe mi mirada hacia el siniestro aparato (pobre aparato, él no es responsable de los desquiciados que lo llenan de basura)
El año pasado nos llenaron la cabeza (y otras partes tanto o más sensibles que la cabeza) con el asunto de los gauchos sojeros versus el gobierno (aclaro que NO SÓLO la televisión, sino todo el espectro del autobombeado "periodismo independiente" y sus alrededores). Tanto me hartaron que como habrán podido observar quienes en su momento visitaban el blog más o menos seguido, llegué a sentirme sin ganas de continuar con el intento de ver, comentar e interesarme de las cuestiones políticas de éste país tan "sui generis", tan extraño. Tan perverso, muchas veces.

Desde hace un año (desde el tristemente célebre "mi voto es no positivo" del vicepresidente Cobos) que el tema central y casi único es la inseguridad en que vive "la gente" (refiriéndose, en general, a la población de una franja determinada de la geografía de éste país. En general, habitantes de la zona norte de la capital y del Gran Buenos Aires. Por las dudas aclaro que yo estoy viviendo en ésta última zona desde hace unos 3 años)
La televisión, como siempre, retomó las banderas de la inseguridad que había dejado olvidadas en algún cajón mientras se desarrolló el conflicto campestres/gobierno. Desde hace un año que nos bombardean con robos, asesinatos, secuestros, etc.
Lo que pretendo hoy no es negar que todo eso existe. Es real: hay robos, asesinatos, secuestros, etc... Pero es lo que hubo siempre, toda la vida...
La televisión (con canal 13, TN, C5N y América a la cabeza) saturan sus horas de aire con estos temas. Es más, nos dejan la sensación de que por día hay al menos 100 asesinatos, robos o secuestros. Es que cada noticia que dan sobre alguno de estos hechos son repetidos incesantemente durante todo el día. En los adelantos de los noticieros, antes de una pausa publicitaria, después de la pausa publicitaria y en el propio desarrollo del noticiero. Así, en una hora de noticiero, la misma noticia fue dicha al menos 15 veces.
Después llegan los programas "periodísticos" que vuelven a tocar el mismo tema. Hacen sesudos análisis, hablan con el padre, la madre, la hermanita, la suegra, los vecinos y los que no saben de qué viene la mano pero, como justo acertaron a pasar por donde estaba el notero del canal, se pararon a chusmear... y también da su version de algo que no vio ni sabía que había sucedido.
Una de las cosas más patéticas es ver a los familiares directos de alguna víctima, salir a declarar a la televisión minutos después de su "irreparable pérdida". No sé, será que yo no querría ver a nadie durante muchos días si me sucediera algo así... pero lo cierto es que no entiendo ese afán por tener unos minutos de cámara, aunque más no sea para dar lástima o para vociferar por la pena de muerte (no saben para quién, pero la piden casi automáticamente)
Esto que cuento es apenas la puntita del iceberg. Hay más, muchísimo más bombardeo mediático pero no quiero ser tan plomo como lo son ellos.
Otra cosa que ya no hago más es leer los diarios. Es un reflejo fiel de la televisión (de hecho, canales de televisión, diarios y radios suelen estar siempre en muy pocas manos)
El último bastión era la radio, donde de vez en cuando se podía encontrar algún programa que, aunque no fuera demasiado excelso en su contenido, al menos hablaban de otros temas.
Pues bien, ya no más (salvo honrosísimas excepciones)

Es así que podemos asistir a una sociedad totalmente paranoica, que ve asesinos y ladrones en cada baldosa. Algo así como les pasa a los norteamericanos con cualquier persona que pueda tener algún rasgo árabe o pseudo árabe.
Por supuesto que esa (esta) sociedad recoge y acoge el mensaje de los "medios independientes" y cacarea al unísono que hacen falta leyes más duras, que los delincuentes no entren por una puerta y salgan por la otra, que es imprescindible la pena de muerte, que está bien estar armado para defenderse y defender a su familia y que.... (Acotación: las leyes YA se endurecieron gracias a don Blumberg. Algunos delincuentes saldrán por otra puerta pero tal vez sea porque las cárceles ya están hasta el techo de presos. O sea que no todos los delincuentes están libres.)

Pero ahora se incorpora otro ingrediente al festín del morbo televisivo y social: los "famosos" que salen a decir sandeces...


Abrió el fuego (para estar a tono con el tema) la "diva" (?) Susana Giménez, famosa por tener un cerebro hueco, pero que es simpática (?) hablando por teléfono y por lo cual cobra suculentos cheques.
La gordita teñida dijo hace unos días, después que en un asalto mataran al que le preparaba los arreglos florales de su programa, salió a decir que "el que mata debe morir".
Sin ánimos de ser original, digo o pregunto: si el que mató debe morir, alguien debe matar al matador. Pero el matador, mató. Por lo tanto, también debe morir y, a su vez, éste último también debe morir a manos de alguien más... y éste, y el que siga y así hasta cuando?
Absurdo... y peligroso. Muy peligroso.
Porque aunque esta mujer no se caracterice por su "luces", es vista por mucha gente y nunca puede descartarse que haya alguien un poquito más descerebrado que el resto de sus televidentes y quiera llevar a cabo la filosofía justiciera de Susana.
Recuerdo casos de abuelos que terminaron matando por error a un nieto. O un hijo que mató, también por error, a su madre... y tantos otros que no recuerdo o que ni siquiera se los mencionan en la sacrosanta televisión.


Pero no quedó todo allí. Dos o tres días después (es decir, con tiempo para meditar un poco sobre lo que había dicho Susana Giménez) apareció el cantautor Cacho Castaña diciendo que apoyaba a Susana y que si le sucediera algo a alguien de su familia "saldría con una itaka a matar gente". No dice siquiera "a matar a los asesinos", dice "a matar gente", no importa a quién, aparentemente. La cuestión es saciar enseguida su sed de venganza matando al vecino, a la viejita de la vuelta o al nene morochito de la otra cuadra.


No podía quedarse atrás el fabricante de estupideces más importante de la TV: Marcelito Tinelli.
Impúdicamente salió a decir "Los delicuentes están libres y yo vivo preso en un country, entre rejas". Es una cachetada para la inmensa mayoría de la sociedad que no puede (aunque quisiera) vivir en un country, con todo un sistema de seguridad, con vigilantes día y noche y con todo el lujo que su lamentable performance televisiva le permite a éste señor.
"Acá te matan y nadie hace nada. ¿Hay que esperar que a uno lo maten para hacer justicia por mano propia?", siguió Tinelli.
Y la remató en otro momento con esta otra frase iluminada, digna de un intelectual como es él: "en este país nadie hace nada para mejorar la seguridad; salís a la calle y te asesinan”

A él, según creo, todavía no lo asesinaron. Yo salgo todos los días a la calle y aún no me asesinaron. Millones de personas salen todos los días a la calle y siguen vivitas y coleando... ¿No es una exageración inmensa decir lo que dijo? ¿No es azusar el miedo generalizado que el canal de televisión para el que trabaja (entre otros) se encarga de difundir y afianzar en la población?

Pero faltaba la frutilla del postre (al menos hasta ahora... Nunca se sabe qué otra barbaridad deberemos escuchar)
El último en salir a decir estupideces fue el hermanito de Susana Giménez, justamente. Patricio Giménez dijo, muy suelto de cuerpo, "repartamos paco hasta que se les queme la cabeza, así no salen a matar y robar".
¿Qué se puede decir de semejante imbécil? Nada. Él lo dijo todo por sí mismo.

Para terminar y no cansarlos a ustedes tanto como yo lo estoy con esta hijoputez de los Medios de Deformación Pública, quiero dejarles algunos números estadísticos para comprender de una vez por todas que nos manipulan constantemente desde el "periodismo independiente" en éste tema y ABSOLUTAMENTE EN TODOS LOS TEMAS.

Datos oficiales de la delincuencia (corroborados por varias encuestadoras privadas, entre ellas la Universidad Torcuato Di Tella)

El mayor índice de asesinatos en TODO el país fue en el año 2002, con 3400 crímenes (doy números redondos)
De allí en adelante, los asesinatos fueron bajando año a año.
En el 2007 se registraron 2070 asesinatos en TODO el país y para el 2008 (aún no están los números definitivos) se considera que es igual o similar al 2007.
Sí existe un alto porcentaje de delitos (incluye todo tipo de delitos, hasta el simple robo de algo de poco valor). El porcentaje es del 29,4 %.
Delitos con violencia, 14 % (no necesariamente asesinatos)

El promedio de asesinatos del total del país es de 5 cada 100.000 habitantes.
El mismo promedio, pero en toda Latinoamérica es de 25 cada 100.000 habitantes. Y en Río de Janeiro es de 48 asesinatos cada 100.000 habitantes.
Estamos muy lejos de ser un lugar parecido a Bagdad, como nos quieren vender Susanita, Marcelito y demás...

Para terminar, me pregunto (inspirándome en la editorial de Eduardo Aliverti de hoy):

Para los medios de (des)información pública, ¿no hay nadie que opine diferente a todos los que invariablemente pueblan las pantallas de los televisores, el aire de las radios y las páginas de los diarios? ¿NADIE? Poco creíble, ¿verdad? Pero bueno, eso debe ser la realidad ya que en la televisión no aparecen...

¿Será casualidad que se bombardee tanto con éste tema justo cuando se está por discutir la nueva Ley de Medios? Una ley que pondría límites a los mismos multimedios que manipulan todo y a todos y que están regidos por una ley de la dictadura. La misma ley que les permitió llegar a ser los inmensos pulpos que hoy son, como el Grupo Clarín, por ejemplo.

Durante el conflicto con el campo...¿No hubo robos, asesinatos o secuestros? Parece que mágicamente desaparecieron de la faz de la tierra durante (casualmente) ese mismo período.

Esto es meramente un resúmen de todo lo que alcanzo a ver y de lo que hizo que se me agotara la paciencia con esta "raza superior" de los periodistas.


Medios de comunicación independientes.
Qué risa que me da... Tanta, pero tanta risa...

que me dan ganas de llorar...!!!


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"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)