13.4.09

Palabras más, palabras menos... en el Congreso Nacional (4)

Una vez más el presidente de la UCR, Gerardo Morales, fue el senador que más palabras emitió en el recinto a lo largo de un año que duplicó las voces expresadas en 2007.

Habiendo recuperado el Congreso el protagonismo el último año como lo hizo, era de esperar que la actividad en los recintos fuera directamente proporcional a esa circunstancia. Y si eso se advirtió en Diputados, como en su momento cuantificamos, mucho más se hizo notar en la Cámara alta. Pruebas al canto, la sumatoria de las palabras expresadas en el recinto de ese Cuerpo a lo largo de 2008 duplicó a la que correspondió al año anterior.

Ese dato surge del trabajo que anualmente realiza Semanario Parlamentario para su Indice de Calidad Legislativa, y que permitió determinar en ese sentido que las palabras emitidas durante todo el año 2008 en el recinto fueron 924.967. Y para corroborar la afirmación previa, vale detallar que en 2007 se emitieron 433.866 palabras. Aunque vale aclarar que lo expresado a lo largo del año 2008 fue menor a lo de 2006, ocasión en la que se emitieron 1.016.789.

Igual que en 2007, fue el radical jujeño Gerardo Morales el que más palabras emitió a lo largo del año: 64.668 (el año anterior también había figurado al tope, con 42.205). Nuevamente Morales habló más que el propio titular del bloque radical, con quien comparte el timón opositor durante los debates. Igual, Ernesto Sanz ocupa el podio de “los más habladores”, ubicándose en el tercer lugar, aunque un tanto alejado de los dos primeros.

Por el lado del oficialismo, fue el titular del bloque, Miguel Angel Pichetto, el que más habló y con sus 61.967 palabras figuró en el segundo lugar de la lista. El año anterior, ese lugar era ocupado por el hoy gobernador Jorge Capitanich, mientras que Pichetto quedaba tercero.

Igual que en 2007, el año pasado figuró cuarto el socialista Rubén Giustiniani.



“No puedo acompañar y esto no significa que esté traicionando a nadie. Estoy actuando conforme a mis convicciones. Así que yo le pido a la Presidenta de los argentinos que tiene la oportunidad de enviar un nuevo proyecto que contemple todo lo que se ha dicho; todos los aportes que se han brindado, de gente de afuera y de aquí mismo. ¡Que la historia me juzgue! Pido perdón si me equivoco. Voto… Mi voto no es positivo. Mi voto es en contra”. Ese párrafo representa el final del discurso que terminó cerca de las 4.30 del jueves 17 de junio con el que Julio Cobos fundamentó su voto “no positivo”.

Al no ser senador, el vicepresidente de la Nación no entra en esta suerte de ranking, pero sus palabras son medidas por tratarse del presidente del Cuerpo y por ende quien comanda las sesiones. Lo cual no implica que dé discursos, sino eminentemente que otorgue la palabra, cosa que de todas maneras les alcanza normalmente a quienes comandan cada cámara para tener una importante participación.

Aunque en este año excepcional, sí tuvo oportunidad Cobos de dar un discurso -histórico, por cierto-, y es el que citamos textualmente en su tramo final. A lo largo del año, Cobos emitió 38.379 palabras, que en la lista de senadores nacionales le servirían para ubicarse en el quinto lugar. Empero, de esas palabras 11.660 corresponden al momento histórico que citábamos, el que concluyó con su voto no positivo y que arrancó con el presidente del Cuerpo leyendo el reglamento para lo que debía hacerse en caso de empate.

Una sola visita realizó al Senado el jefe de Gabinete, en este caso Alberto Fernández, que dio su informe cuando todavía ejercía el cargo, en pleno conflicto por la 125. En esa ocasión, el ex funcionario emitió 13.847 palabras.

Otro personaje ajeno al Cuerpo pero que entró en la medición fue el ex secretario de Agricultura de la Nación Javier de Urquiza, quien fue consultado puntualmente por el ex jefe de Gabinete durante su informe y dijo las cuatro palabras que entraron en esta medición: “Más de dos mil”.

En el otro extremo, los que menos hablan, figura sólo una persona sin emitir palabras a lo largo del año, la senadora rionegrina María José Bongiorno. Aunque hubo dos con apenas una, el fueguino Mario Jorge Colazo (“afirmativo”) y el tucumano Carlos Salazar (“negativo”).

En cambio, en el año 2007 habían sido cinco los senadores que no hablaron: Ricardo Bussi, Oscar Castillo, Sergio Gallia, Carlos Menem y Mario Mera, y cuatro los que dijeron menos de diez palabras. Como se ve, el panorama mejoró mucho durante el último año en esa materia.

En el caso del senador Menem, silencioso durante todo 2007, cambió de postura el año anterior, habiendo emitido 1.392 palabras hasta que tomó licencia por razones de salud, en la segunda parte del año.

Como siempre decimos, esta medición no busca constituir un juicio de valor sobre la calidad del trabajo de los distintos senadores, sino que vale como índice de participación en el recinto. Tampoco busca mensurar obviamente la calidad de los discursos, siendo este análisis sólo cuantitativo.

Y como siempre, vaya desde estas páginas el reconocimiento a la tarea desarrollada por el cuerpo de taquígrafos de ambas cámaras, que permite la realización de trabajos como este.

FUENTE: parlamentario.com
"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)