Datos escalofriantes de lo que sucedió en el mundo cuando todos estábamos pendientes del Mundial de Fútbol, Alemania 2006. Las pantallas de los televisores nos devolvían imágenes de esbeltos deportistas "jugándose la vida" en cada pelota... Y nosotros sufríamos o gozábamos por lo que sucedía en uno de los países más ricos del planeta...
Pero hubo muchos millones de seres humanos que no llegaron a enterarse de quién fue el campeón. Seguramente, tampoco le interesaría en lo más mínimo... si es que tenía alguna idea de que algo así sucedía en algún rincón del planeta.
Sigo limpiando mi Outlook de mensajes guardados durante años. Uno de ellos es éste pequeño párrafo que me había enviado mi hermano ese año 2006, después de finalizada la competencia....
Durante los 30 días en que nuestras vidas se vieron invadidas por el negocio del fútbol, en el mundo murieron 2.419.200 personas de hambre y se gastaron 77.760 millones de dólares en armamento.
Pasaron dos años desde ese momento, y aún faltan otros dos años para Sudáfrica 2010. Muchísimos millones más murieron ya... y morirán hasta que comiencen a transpirar los jugadores corriendo detrás de una pelota que algún trabajador esclavizado habrá fabricado por algunos centavos...
A propósito de "distracciones" que tapan el bosque: ¿Habrá alguna consultora de audiencia que mida cuántos niños mueren de hambre mientras Marcelito Tinelli llena millones de cabezas de basura?
No pretendo que estemos pensando todo el día en que esto existe... Pero sí que lo hagamos, al menos, una vez al día... a la semana o al mes. Y no sólo en las desérticas regiones africanas. Aquí mismo tenemos lo nuestro, seamos del país que seamos...
El olvido y la indiferencia es el peor insulto a la condición humana...
