No sé por qué razón, pero octubre siempre es así. Todos los años para este mes, mueren tres o cuatro personas muy conocidas y por lo general, muy queridas...
Cada uno en lo suyo, fueron excelentes profesionales y principalmente, ejemplo en muchas cosas...
Algunos tendrán algún reparo ideológico, tal vez... Pero nadie puede negar lo positivo que cada uno de ellos, a su manera, nos obsequiaron durante tantos años.
Primero fue la Negra Mercedes Sosa.
Luego, Juan Carlos Mareco...
Ahora quien falleció es Ariel Delgado. Esa voz tan particular que conocí gracias a mis viejos, que nos permitía tener alguna noción de lo que sucedía a nuestro alrededor cuando aquí la censura y el miedo acallaban la verdad en épocas de dictaduras (todas ellas).
La radio (aquella cálida radio a válvulas) permanecía sintonizada siempre en Radio Colonia, del Uruguay, para escucharlo.
La atención sólo se relajaba por algunos minutos cuando escuchábamos que Delgado decía su tan famoso latiguillo antes de la tanda publicitaria: "Hay más informaciones para este boletín"
En las malas es cuando se conoce a los verdaderos amigos, según se dice. En esos malos pasajes de la historia argentina, Ariel Delgado estuvo siempre.
Por eso hoy digo "Hasta siempre, amigo..."
