5.10.09

Soy prejuicioso... mucho... poquito... nada...

Haciendo un ejercicio de honestidad intelectual, deberíamos admitir que de una forma u otra, todos tenemos algún prejuicio, algún preconcepto, algún grado de discriminación. Por lo que fuera, respecto de quién fuese...

Es demasiado habitual ver que a las personas que se las considera "diferentes" se les teme. Se las ve como potencialmente peligrosas. Que pueden ser ladrones, asesinos o violadores...

Es decir, en todas partes encontramos a algún Blumberg dispuesto a criminalizar hasta a su madre...

Hay prejuicios con los jóvenes, con los "morochos", con los chinos, con quienes tienen rasgos aindiados, etc... etc...
Si alguien se cruza en una calle con una persona que tenga alguna de estas caracterísiticas... y para colmo, es de noche... el pánico alcanza tales nieveles de irracionalidad que es difícil de comprender.

Ahora, observen la foto que les presento aquí.


Todos, o casi todos, ya conocemos a estos personajes... y cada cual tendrá su idea sobre ellos. Pero tratemos de hacer un ejercicio de abstracción e intentemos dejar de lado lo que sabemos y pensamos sobre sus cualidades, defectos, historias e intereses...
Supongamos que jamás los vimos y nunca leímos nada sobre ellos. Es más, ni siquiera conocemos sus nombres ni su ideología...

Una vez logrado abstraernos de los datos que guardamos en la memoria, tratemos de contestar con absoluta honestidad la siguiente pregunta:

Si por X circunstancias tuvieras que nombrar un albaceas que administre tus bienes...

Así, a simple vista...
¿alguno de estos señores te inspira la suficiente confianza como para poner en sus manos tu gran o pequeño patrimonio...?


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"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)