Ya no son los "comunistas" los que anuncian el fin del Capitalismo, su decadencia y caída... A lo que anunciaron otros destacados economistas y analistas internacionales, ahora se agrega el principal órgano de difusión del centro financiero capitalista por excelencia: el Wall Street Journal.
Tratemos de agarrarnos fuerte, porque parece que ahora sí se viene...
Este es el artículo de Paul Farrell para el Wall Street Journal:
Inversores, despierten. ¿Están preparados para la anarquía económica que viene después de que la bomba de tiempo de la deuda explote? ¿Invertir de manera diferente? Actúe ahora. Mañana será demasiado tarde.
Así inicia el especialista del Wall Street Journal su artículo en el que advierte del gran estallido que augura para este mismo año 2010, tal como lo viene señalando el catalán Santiago Niño Becerra (no digo y no puedo afirmar que sea desde la misma óptica, pero sí que ambos prevén una SUPER CRISIS.)
En el artículo se utilizan varias expresiones que, evidentemente, son comunes en el ámbito financiero en EEUU y de las que no puedo dar una traducción precisa porque su significado literal resultaría ridículo para nosotros... Pero trataré de interpretarlas, llegado el caso.
El Wall Street Journal a través de Paul Farrell dice que...la Gran Crisis se producirá muy pronto, más grande que la de los "punto com" del 2000 y la crisis de los créditos "subprime" juntos. Una enorme explosión de los mercados. Y, igual que Bloomberg, Business Week predice: "Los resultados no serán agradables para los inversores y los funcionarios electos".
Si esta confirmación de los pronósticos de una Mega Crisis hecha en su momento por Santiago Niño Becerra en su libro "El Crash del 2010" no fuera suficiente, Farrell pinta un panorama muy duro para los tiempos que sigan a la "explosión" de los mercados...
Después de que la bomba de la deuda estalle, no esperen una corrección típica seguida de un nuevo repunte. El tóxico Pseudo Capitalismo de Wall Street está desmoronándose. Esté preparado para una crisis masiva. Sí, ya la tercera mayor burbuja del siglo XXI ha sido disparada una vez más por los descontrolados Fat Cat Bankers de Wall Street. (desconozco a qué llaman Fat Cat Bankers)
¿Puede sobrevivir su familia en la anarquía posterior a la explosión de la bomba de tiempo de las deudas?
Estados Unidos ya cayó en la anarquía económica. Todos estamos atrapados en un superciclo económico histórico, un punto de inflexión que debe sangrar a través de una anarquía autodestructiva de una tierra de nadie fuera de la ley, antes de que un mundo neo-capitalista pueda surgir. Los inversionistas me dicen que lo "sienten" en un nivel profundo, que "saben" que está sucediendo. Ellos se preguntan ¿cuál es la mejor estrategia de inversión que se puede preparar ahora?
Esto no es broma, amigos. ¿Está preparado? ¿O se está preparando? ¿Su familia sobrevivirá en un mundo post-apocalíptico, cuando la anarquía sea rampante en "América"? Mire a Washington, Wall Street y Corporate America hoy. Usted ya sabe que ha comenzado.
Clarito, ¿no? Pero sigamos leyéndolo. Cada vez resulta más evidente que el capitalismo está frente al "Crash" tal vez definitivo.
Usted está asistiendo al fracaso fundamental del sueño americano, al fracaso sistemático de nuestra democracia y del capitalismo, un fracaso impulsado por la insaciable codicia ciega de Wall Street: el gobierno disfuncional, mercados de locura, economía al límite. Multiplique eso varias veces y verá el mundo en un caos total. Ignore esto ahora y mañana será demasiado tarde.
No es una guerra por la ideología, sino un cambio del juego económico
Esta es una guerra para controlar a los 299 millones de contribuyentes estadounidenses. La guerra, desencadenada por el "Happy conspiracy" (literalmente: Feliz conspiración) Jack Bogle perfilado en su "Batalla por el alma del capitalismo" de 2004, una máquina de guerra de los Banqueros Fat Cat, directores generales, 42 mil lobbystas mercenarios y un Congreso rehén de las ilimitadas donaciones de las campañas electorales. La conspiración ha estado librande esta guerra contra los estadounidenses durante décadas, mucho antes de que la Suprema Corte expusiera sus secretos sucios.
Sí, su enemigo es aquella "Happy conspiracy": Se ha degradado en un capitalismo sin conciencia, sin percepción del bien público, empeñado en controlar el espíritu de Estados Unidos, su dinero y los mercados mundiales para sus propios fines egoístas. Y, finalmente, se disparará el cambio de juego de la bomba de deuda global, la tercera crisis mundial del siglo que finalmente encienda la Segunda Gran Depresión, sumiéndonos en una época de anarquía.
Los inversores siguen preguntándose: "Si viene ¿cómo puedo invertir? ¿Comprar oro? ¿Productos Básicos? ¿Qué sucede si se hunde el Dow (Jones) por debajo de 5.000? Tal vez el peor de los escenarios predicho por Bob Pretcher: Una profunda caída hasta los 1.000 puntos. Imagine una depresión mundial, un mercado bajista arrastrado desde hace décadas: "¿cómo puedo proteger a mi familia? ¿Me podré jubilar? ¿En qué puedo invertir? ¿Cómo prepararse?
Cómo dos clases de Estados Unidos se están preparando para un descenso en la anarquía
1 .- "Ciudadanos promedio" estadounidenses: Usted es uno de los 299 millones de estadounidenses cuyos ingresos promedios son de 50 mil dólares (al año), sólo el 10% del promedio de las primas pagadas a los banqueros Fat - Cat de Wall Street. O usted ya pertenece al 20% de los estadounidenses en situación de subempleo... tal vez con asistencia alimentaria... tal vez entre los 47 millones sin seguro médico... sus fondos jubilatorios son de 50 mil dólares, para un año de supervivencia. Y usted está enloquecido, no está dentro de la "Happy Conspiracy".
2 .- Los que están en la "Happy Conspiracy": Usted es uno del millón de afortunados o es uno de los Ejecutivos de la "Happy Conspiracy". Usted puede trabajar para un Banco Fat-Cat que los contribuyentes americanos rescataron el año pasado por lo que embolsó un bono de regalo de entre 600 mil y 10 millones de dólares en 2009. Tal vez usted está en la lista de Forbes 400. O usted es Senador de los EEUU.
Fuente: The Wall Street Journal