1.6.10

Clarín perdió de aliado a La Nación (Por Eduardo Anguita)


Las cuatro patas del poder externo de Clarín eran un grupo de políticos opositores cuya cara más visible es Julio Cobos, la Asociación Empresaria Argentina (AEA), La Nación y un sector de la Justicia a la que genéricamente se llama la Familia Judicial. Hace dos semanas, AEA sufrió una sangría de empresas de capital concentrado que no quisieron ser mascarón de proa en la embestida de Héctor Magnetto (CEO de Clarín y vicepresidente de AEA) para presionar a la Corte Suprema en el tratamiento de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que actualmente está en manos del alto tribunal a raíz del recurso presentado por el Estado para que termine la medida cautelar que impide su vigencia. Los ex aliados de Clarín en AEA no se equivocaron: los directivos del monopolio dicen contar con información proveniente del procurador general de la Nación, Esteban Righi, como para saber que su dictamen será a favor del Ejecutivo. Además, ya dan por sentado que tienen la batalla perdida en la medida cautelar tomada por la jueza federal de Mendoza Olga Pura de Arrabal. Descuentan que la Corte fallará pronto y que no interferirá en una decisión tomada por el Congreso.
Tal como informó la semana pasada Miradas al Sur, quedó al descubierto la fisura de Clarín con La Nación. Fue cuando el secretario de Comercio Guillermo Moreno, acompañado de José Pirillo y Lidia Papaleo de Graiver, se presentó en la asamblea de accionistas de Papel Prensa. La valentía de la viuda de David Graiver y la contundencia de las acusaciones del ex titular de La Razón llevó a José Aranda y el resto de representantes de Clarín a retirarse al tiempo que Julio Saguier, presidente del directorio de La Nación, y el resto de funcionarios de ese diario se quedaron durante toda la reunión y trataron con todo respeto a Moreno y especialmente a Papaleo quien sufrió tormentos de toda naturaleza para que se concretara el robo de las acciones de Papel Prensa en la asociación (ilícita) entre los directivos de los diarios que se quedaron con el monopolio del papel de diarios y el dictador Jorge Videla.

Las desventuras de Ventura. El viernes por la tarde, las fisuras entre Clarín y La Nación quedaron patentadas en el tema periodístico más importante del momento como fue la convocatoria a Felipe y Marcela Noble Herrera por parte de la jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado. La Nación, el viernes había publicado un artículo de Adrián Ventura, quien se encarga de temas judiciales y es un aliado indiscutido de Clarín en estos temas. Su columna se titulaba Un vejamen en la vía pública y en la casa y arrancaba con una cerrada defensa de los intereses de Magnetto: “Los hijos de Ernestina Herrera de Noble nunca se negaron a someterse a un examen de sangre sobre su identidad: piden, sí, que esté rodeado de garantías para asegurar la veracidad de los resultados. El viernes la jueza federal de Martínez, doctora Arroyo Salgado, en una audiencia que realizó en su juzgado a las 11, les pidió a Marcela y Felipe que entregaran prendas, tratando de reeditar, en forma innecesaria, un procedimiento que había ordenado”. Más adelante afirma que tras retirarse del juzgado “las cosas se volvieron sorpresivamente violentas. Varios automóviles no identificados interceptaron la camioneta que manejaba la abogada Roxana Piña. Los policías exhibían armas y eran varios vehículos y motos. ‘Parecía que estuvieran intentando detener a narcos’, dijo uno de los presentes”.
El tono desencajado de la nota de Ventura y su arbitraria comparación colmó la paciencia de Julio Saguier por el final desencajado del breve artículo: “Todo esto ocurre apenas tres días después de los festejos del Bicentenario y cuando la población está distraída, viendo la partida de la selección rumbo a Sudáfrica”. Pasadas unas horas de la publicación en el portal digital de La Nación, la nota de Ventura fue sacada. Quedó en ese lugar una leyenda seca y cortante: “Esta nota fue dada de baja” y quedaba el registro de los 53 comentarios y las 41 respuestas que habían merecido el artículo de Ventura.
Como contraste, la edición impresa de ayer, esta noticia llevó como título de tapa algo rigurosamente cierto: Allanan la casa de los hijos de la directora de Clarín. Curiosamente, la nota no lleva firma y evitó cualquiera de los golpes bajos de Ventura.
En los pasillos de tribunales, más de una vez se menciona de modo intencional que Ventura es un influyente entre algunos de los magistrados de la Corte y un virtual vocero de la llamada familia judicial.

El portal judicial. Vale la pena observar con la sobriedad que informó el Centro de Información Judicial –la Agencia de Noticias del Poder Judicial creada por la Corte Suprema de Justicia– sobre lo sucedido a raíz de la obtención de muestras genéticas de Felipe y Marcela Noble Herrera ordenados por la jueza Arroyo Salgado. El título se parece al de La Nación como dos gotas de agua: Se realizó allanamiento en los domicilios de los hermanos Marcela y Felipe Noble Herrera y el texto es de tono sobrio. Se remite a dar cuenta de lo actuado por una jueza que no quedó cautiva de los intereses del Grupo Clarín. Como sí lo hacía quien la precedió en la causa, Conrado Bergesio, y que fue apartado por las graves irregularidades cometidas.
El portal judicial pone en evidencia las graves irregularidades cometidas por Bergesio y confirman que obró para evitar que se sepa la verdadera identidad de los hijos adoptados por Ernestina Herrera de Noble. Bajo el subtítulo Los motivos para tomar las muestras y con información dada por el juzgado de Arroyo Salgado, el portal judicial brinda una información que no tiene desperdicio: “El primero, que así se había planteado cuando el anterior juez ordenó la medida que recién ahora puede ejecutarse (resoluciones del 8 y 15 de febrero pasado), a raíz del reciente rechazo al recurso introducido por los abogados de las víctimas, dictado por la Cámara Nacional de Casación Penal días atrás”. El segundo motivo contiene datos explosivos porque podrían llevar a Bergesio a un juicio político inmediato y fulminante: “El citado magistrado había conservado en su caja fuerte muestras relativas a material que debía ser objeto de estudio cuando ya había sido recusado, y obvió su remisión a la nueva jueza interviniente (Arroyo Salgado), quien tuvo que ordenar su inmediata remisión al Cuerpo Médico Forense, luego que llegara a su conocimiento un confuso episodio en torno a la rotura de la manija de dicha caja fuerte de la que dio cuenta un secretario de Bergesio, magistrado para ese momento, en uso de licencia”.
El último párrafo del portal judicial hace una consideración que sirve para salir al cruce de las estrategias de Clarín ahora que, con las nuevas muestras, el Banco Nacional de Datos Genéticos tendrá la certeza de hacer estudios del verdadero ADN de Felipe y Marcela y no de material dañado o falsificado. El portal judicial afirma que “si se hubiese avanzado con éstas últimas (las muestras que obraban en poder de Bergesio) solamente, todavía existe la posibilidad de que la Corte Suprema contemple que las mismas no puedan ser utilizadas, y se genere de esa forma una nueva dilación en la causa, pese a las serias advertencias recibidas por la magistrada (Arroyo Salgado) de parte de su superior jerárquico (la Cámara Federal de San Martín) en sentido de actuar con suma premura”.

Fuente: El Argentino.com
"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)