Admitiendo desde un principio que no tengo suficiente información de la situación en Bolivia, creo que lo que está sucediendo allí es muy grave, no sólo para los bolivianos, sino para toda la región.
Presiones separatistas de las zonas más ricas del país (especialmente Santa Cruz de la Sierra) existen desde hace muchos años, pero en los últimos tiempos se acrecentaron hasta el punto actual en que decidieron la autonomía.
No descarto para nada (no lo afirmo porque, por supuesto, no tengo ninguna prueba tangible para poder hacerlo) la participación en todo esto de algún servicio secreto extranjero (léase Estados Unidos) y las multinacionales afectadas por las decisiones del presidente boliviano Evo Morales, fogoneando la idea separatista entre los sectores y las regiones más favorecidas, egoístas y discriminatorias del país. Quieren defender a toda costa los intereses económicos de sus empresas y el suministro barato de petróleo y gas, además de meter una cuña en el corazón de América del Sur para retrasar, complicar o anular cualquier intento de unificación regional. A todos estos intereses netamente económicos y geopolíticamente estratégicos, se suman algunos grupos indígenas más radicalizados que están presionando por un territorio autónomo para que sea habitado por los indígenas "étnicamente puros". Si bien se definen de izquierda, son más bien fundamentalistas.
Evidentemente, la situación del gobierno no es nada sencilla y se corre el peligro bastante cierto de que todo desemboque en una guerra civil y/o golpe de Estado. Ya hubo y hay enfrentamientos entre los diferentes sectores con muertos incluídos.
Creo que los países de la región no deben mirar todo esto desde la tribuna. No se puede ser ajeno a lo que está pasando en Bolivia, y menos aún a lo que puede llegar a pasar. No se puede actuar (o no actuar) como en Africa, donde muchos países y millones de personas están abandonados a su suerte entre el fuego cruzado de diferentes grupos que intentan aniquilarse unos a otros y a los que se les cruce por delante por una cuota de poder, o por el poder.
Bolivia es muy pobre, pero a pesar de ello es, a mi criterio, clave para el Mercosur. Descontando el tema humanitario, Bolivia tiene petróleo, gas y minerales. Algo que cada vez es más escaso en el mundo entero y que las grandes potencias no quieren perder.
Si de verdad existe la voluntad de crear un bloque regional fuerte, no se puede dejar de lado a Bolivia, no se puede apoyar o minimizar a los separatistas y no se puede permitir la ingerencia de ninguna potencia externa a la región. Si todos los países sudamericanos se quedan de brazos cruzados, no sólo Bolivia estará en peligro. Lo estaremos todos.
No sé si Evo Morales está haciendo un buen o un mal gobierno, lo que sí sé es que fue elegido con más del 50% de los votos y que ya estaba amenazado por los profesionales de la desestabilización desde antes de asumir como presidente.
Si queremos empezar a dejar de ser colonia, no podemos ser indiferentes a lo que pasa en Bolivia.