8.8.08

Domingo Bussi, Luciano B. Menéndez, Cecilia Pando: Su pasado los condena (aunque ellos no quieran enterarse)

Como en un gigantesco y macabro carrousel, el peor de los pasados vuelve y vuelve. Siempre terrorífico, siempre cargado de espanto.
Volvemos a ver caricaturas deformes de seres humanos (?) que fueron dueños de la vida y de la muerte de todo un pueblo, pero especialmente de las 30.000 personas que tuvieron enterradas en sus horrendos campos de concentración durante los años de plomo, los años que marcaron un antes y un después en la historia argentina.
La dictadura militar que sometió a la Argentina durante 7 años interminables no estaba sola, por supuesto. Buena parte de la sociedad estuvo de acuerdo en que se diera el golpe contra la inepta y corrupta (aunque legítima presidenta) Isabel Martínez de Perón. La oligarquía nacional, los "capitanes" de la industria, gobiernos extranjeros y sus servicios secretos (EEUU) y los sectores del "campo" que tanto protagonismo tuvieron y tienen por estos días. Especialmente, la Sociedad Rural Argentina.
Pero por estos días vemos en los noticieros televisivos los rostros de dos personajes paradigmáticos de aquellos años: Luciano Benjamín Menéndes y Antonio Domingo Bussi. Amos y señores de toda la región centro y norte del país durante la dictadura. Responsables de multitud de asesinatos, desapariciones,torturas, robos de bebés, etc, etc, etc...



Lucen patéticos ambos. Uno por querer imitar la cobarde estrategia de otro ícono de lo peor del ser humano, Augusto Pinochet. Haciéndose el enfermo grave para tratar de eludir sus responsabilidades y así poder safar de la segura condena (Domingo Bussi).



El otro, Menéndez, reivindicando (como Bussi, por cierto) todas lo actuado por las Fuerzas Armadas durante aquellos años. Sin arrepentimientos, sin abandonar su profundo odio hacia todo lo que no se encuadre dentro de su estrecho horizonte mental. Exibiendo un caradurismo absoluto al decir que el juicio al que se lo está sometiendo es anticonstitucional. Como todo cobarde, apela a la Constitución Nacional, la misma que pisotearon salvaje e impunemente.

Pero para completar el cuadro del espanto, apareció otro personaje igualmente siniestro y patético: Cecilia Pando, esposa de un militar pasado a retiro durante el gobierno de Nestor Kirchner por acusaciones en su contra por violaciones a los Derechos Humanos durante la misma dictadura militar. La misma Pando que en el programa de "Chiche" Geldblum de hace un tiempo dijera que apoyaba el robo de bebés durante aquellos años negros.



Cecilia Pando, desaforada y amenazante...


Ayer apareció en un tribunal de la provincia de Corrientes donde se juzgaba a otros ex militares por iguales crímenes que los de Menéndez y Bussi. En cuanto se terminó de leer la sentencia condenatoria, apareció en escena violentamente y a gritos, amenazando al Secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, haciendo la inequívoca señal de amenaza de muerte al pasar su dedo índice por la garganta. Eso acompañado de palabras como "yo me voy a encargar de hacerte mierda".
No entiendo, realmente, cómo puede ser posible que semejante personaje puede seguir en libertad después de todas las formas de amenazas y apologías del delito que la Pando protagonizó en los últimos años.

Cosas como estas son, o deberían ser, suficientes como para que la conciencia colectiva de todo un país no decaiga jamás hasta lograr que todos los responsables de esas atrozidades sean juzgados y condenados. Lamentablemente no es tan así. Si bien nadie se atrevería demasiado a reivindicar semejante bestialidad, hay una buena porción de la ciudadanía que secretamente lo apoya. Quisiera creer que la mayoría los repudia totalmente a ellos y a sus acciones... y a quienes siguen reivindicando lo hecho.

Por suerte para la salud de la Nación, durante los últimos treinta y pico de años nunca decayeron en su esfuerzo por encontrar justicia aquellas personas a las que se las denomina "los imprescindibles". Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, organizaciones diversas de Derechos Humanos, etc. Si no hubiera sido por su persistencia y coraje, muy distinta sería la historia de estos días. Tal vez estaríamos nuevamente bajo la bota de los militares y sus mandantes y aliados, siendo aniquilados con total impunidad.

Sólo cabe decirles a las Pando, los Menendez, los Buzzis y a todos los que ellos representan... pero especialmente a nosotros mismos, aquello tan claro y contundente del "NUNCA MÁS"

"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)