12.9.09

Si queremos cambiar algo, no hay que facilitarle las cosas a Clarín...



Si hay algo que le conviene al grupo Clarín para refugiarse en el "todo vale" e intentar evitar la sanción de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales, es que quienes deseamos que se haga realidad, insistamos en la estrategia errada de considerar que la cuestión es hacerle la guerra al grupo Clarín.
Sin ninguna duda que éste oligopolio mediático es el que puede hacer mayor daño y el que puede comprar casi a discreción voluntades y conciencias, pero si centramos la discusión sólo en él, le estamos sirviendo en bandeja los argumentos falaces que le vienen mejor para hacer que las cosas queden tal cual están desde la época de la dictadura. Es decir, con el campo libre para destrozar cualquier voz que no sea la propia, para moldear la famosa (e indefinible) "opinión pública" y para hacer cada vez negocios y negociados más y más grandes a costa de nuestro dinero y de nuestra libertad de pensar, decidir y elegir.
El blanco y el negro no expresan la totalidad del espectro de los colores, mucho menos las infinitas gamas de pensamientos, ideologías, intereses, necesidades, deseos, etc... de una sola persona. Pero muchísimo menos de todo un pueblo.
En lo político, ya sabemos lo que significa "polarizar" las elecciones. Es inducirnos a que dejemos de lado a quienes consideramos que tiene las mejores propuestas, las ideas más claras y afines a nuestros intereses y a quienes suponemos que nos representarían mejor... Eso es lo que viene sucediendo desde hace ya muchos años cada vez que estamos en los tiempos previos a alguna elección. Es uno o es otro. Es "esto o el caos"...
Y los ejemplos serían miles y en cualquier rubro y circunstancia...
Meternos de lleno en una guerra "Gobierno vs. Clarín" o lo que es lo mismo: Gobierno o Clarín... es perder la perspectiva real de la cosa. Es darle el mango de la sartén al enemigo. Es dejarle el campo allanado de obstáculos para que siga mintiendo, disfrazando la realidad, manipulando y presionando "a piacere".
Justamente, lo que más teme el grupo Clarín y sus títeres payasezcos (los Cobos, los Macris, los De Narváez, las Lilitas, las Estenssoros, los Biolcatis... y el resto de "sí clarinistas") es que no se hable del proyecto de ley. Que no aparezcan siquiera insinuadas las bondades reales que tiene. Y para eso, ni siquiera dan argumentos sobre los puntos que sí podrían llegar a modificarse para mejorar la ley.
No existe ninguno de estos "librepensadores" que dé argumentos técnicos y/o jurídicos que apoyen su postura contraria. Y es que no los tienen. Porque sólo se atienen a lo que el grupo de doña Ernestina Herrera de Noble les dicta, porque no leyeron siquiera el encabezado del proyecto de ley o porque no tienen la más mínima intención de arriesgarse a tener al oligopolio en contra (o al menos a ser ignorados por él) para cuando llegue el momento de la próxima campaña electoral.
Claro que se puede mejorar el proyecto de ley.

TODO se puede mejorar, SIEMPRE...
Pero sólo se puede mejorar algo que se tiene interés en que nazca.
Lo que sucede aquí es que ninguno de estos personajes oscuros, viles y serviles tiene la más mínima intención de que se modifique en nada el actual "statu quo". Pero son tan de bajo vuelo, son tan imbéciles que ni siquiera se dan cuenta de que si saliera la ley que limite el pavoroso poder del grupo Clarín (pero no sólo de Clarín...), ... cualquiera de ellos que eventualmente llegara a la presidencia en 2011, tendría las manos muchísimo más libres para poder gobernar sin que una corporación de semejante peso le dictara lo que debe o no debe hacer; lo que puede o no puede proponer; lo que tiene o no tiene que pensar; planificar o ejecutar; que le obstaculice cualquier iniciativa o que, incluso, conspire y desestabilice a su administración (tal como está haciendo hoy...)
Pero no... son muy chiquititos. Son muy poca cosa.
Por todo esto, humildemente propongo a quienes estamos "de éste lado" del mostrador, centrarnos en los puntos importantes y valiosos que tiene éste proyecto de ley. Que eventualmente puede ser objeto de modificaciones, pero que, inclusive para eso, debemos antes conocer aunque sea someramente...
Aquí les dejo algunos de los puntos más importantes:
* Desconcentrar y democratizar la propiedad de los medios e impulsa la creación de nuevos.
Para evitar que se formen nuevos monopolios y oligopolios pone límites a la concentración. Límites fijados por cantidad de licencias y por tipo de medio.
* Sólo se podrá tener una licencia de servicio de comunicación audiovisual sobre soporte satelital.
* Hasta 10 señales sonoras, de televisión abierta o cable (la ley actual permite que una persona sea dueña de 24). Hasta 24 licencias de radiodifusión por suscripción.
* A ningún operador se le permitirá que dé servicios a más del 35 por ciento del total de la población del país o de los abonados, en el caso que corresponda.
* Las licencias durarán diez años (hoy son por 15) y se podrán prorrogar por diez años más, previa realización de audiencias públicas. Quienes hayan obtenido una renovación o prórroga, no podrán solicitar una nueva extensión de plazo por ningún título.
* Las licencias serán controladas cada dos años, para evitar que con la incorporación de nuevas tecnologías –la digitalización– un licenciatario multiplique sus señales, generando un nuevo modo de concentración.
* El Estado nacional, las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios tendrán asignadas frecuencias. (Hasta ahora sólo se preveía a Canal 7 como empresa comercial.)
* Las universidades podrán tener emisoras sin restricciones. Ya no tendrán obligación de constituir sociedades comerciales.
* La televisión abierta y el cable deberán emitir cine nacional. Como mínimo tendrán que difundir en estreno televisivo seis películas al año.
* Se le exigirá a la TV además que el 60 por ciento de su producción sea nacional.
* Las radios deberán emitir un mínimo de setenta por ciento de producción nacional. Por lo menos el treinta por ciento de la música deberá ser de autores o intérpretes argentinos.
* Los derechos exclusivos de transmisión del fútbol no deberán perjudicar el derecho de los ciudadanos a seguir los partidos en directo y de manera gratuita, en todo el territorio nacional. Para esto, la Secretaría de Medios de Comunicación realizará un listado anual de los acontecimientos deportivos de interés general, que serán de acceso universal.
* El tiempo de publicidad en la televisión paga estará reglamentado.
* La nueva ley reservará el 33 por ciento del espectro para asociaciones, fundaciones, mutuales y otras organizaciones sin fines de lucro.
* Se promoverá la regularización de los medios comunitarios.
* El organismo que regulará los Servicios de Comunicación Audiovisual será dirigido por un órgano colegiado integrado por representantes de la Legislatura nacional, de la segunda y tercera minoría, y representantes del Poder Ejecutivo nacional.
Estos puntos los tomé de un artículo de Víctor Ego Ecrot, publicado en Rebelion.org
Victor Ego Ducrot es director de la Agencia Periodistica del Mercosur y docente de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata
No le hagamos fáciles las cosas a doña Ernestina y su grupo...
No entremos en su juego del "blanco o negro", del "todo o nada"...
Pensemos que tuvieron que pasar 26 años para llegar a tener esta oportunidad de cambiar algo importantísimo, como es nuestro derecho a tener una información completa y no deformada...
Si entramos en discusiones maniqueístas en lugar de ir a lo esencial, podemos perder esta oportunidad histórica.
Después será demasiado tarde para lamentos...



"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)