11.10.09
La Policía Metropolitana admitiría que sus agentes porten picanas "pero sólo con fines disuasorios"
La puesta a punto de la primera camada de la Policía Metropolitana avanza más allá del procesamiento de quien había sido propuesto inicialmente como jefe, el malogrado Jorge Fino Palacios, hoy en la mira de la Justicia por el supuesto delito de encubrimiento en el atentado a la AMIA. "Minucias", dicen en las filas del macrismo policial, en donde ya pueden encontrarse algunas pistas no sólo del uniforme color caqui de la nueva policía sino también del equipamiento que tendrá cada agente. Esposas, armas de grueso calibre, el clásico machete, gas paralizante y - aquí la novedad - la moderna "picana porteña".
"No la van a usar, es sólo con fines disuasorios", dicen con una sonrisa inocultable los voceros consultados. Se refieren a la flamante "picana porteña", el nuevo accesorio con el que los agentes de la Policía Metropolitana saldrán a patrullar las calles de la Ciudad. "Estamos afinando detalles, y tenemos que pasar las últimas instancias de aprobación", revelan. Se trata, sin duda, de un motivo para la polémica. Recargable ("encima es ecológica", se entusiasman sus pregoneros), con una capacidad de descarga similar a los 220 voltios y una autonomía de una hora ("alcanza para que canten hasta los mudos", se restregan las manos sus defensores), la "picana porteña" es la vedette de la nueva policía. Y ya despierta polémicas.
Quienes la proponen dicen que servirá para que los delincuentes piensen dos veces antes de llevar adelante su delito. Quienes se oponen se dividen en dos: los que creen que los delincuentes no piensan ni una ni dos veces antes de delinquir, y los que creen que los agentes no dudarán en usar su arma, con lo cual las posibilidades de abuso están a la mano. "No podemos caer en el riesgo de la picana fácil", advierten.
Tomado de Revista Barcelona