Diplomáticos brasileños en Honduras denuncian hostigamiento con cañón sónico
Hace más de un mes que en las cercanías de la embajada que Brasil tiene en Tegucigalpa ya no se escucha el silencio. Desde que el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva decidió acoger en esa embajada al presidente hondureño derrocado Manuel Zelaya, los militares golpistas emiten sonidos de animales, música rock y campanadas de iglesia mediante potentes parlantes, mientras iluminan el predio en el que se encuentra el edificio con reflectores durante toda la noche.
Según informó el periódico Estado de Sao Paulo, el Ministerio de Exteriores de Brasil realizó una denuncia formal por el hostigamiento realizado por el gobierno de facto hondureño a su embajada. Según la denuncia, los militares estarían utilizando un cañón sónico, que transmite en altas frecuencias y puede causar lesiones irreparables.
Por su parte, la Organización de los Estados Americanos (OEA) calificó de “acciones hostiles” a los actos del gobierno golpista que conduce Roberto Micheletti. En un comunicado, la OEA dijo que estas acciones "afectan física y psicológicamente" a quienes se encuentran en la embajada brasileña y "violan sus derechos humanos".
La OEA solicitó además que las hostilidades cesen de inmediato, y que el régimen retire a los militares del predio de la embajada de Brasil.
Pero el gobierno de facto no ha hecho más que endurecer su postura, haciendo oídos sordos a las denuncias y a las críticas, y continuando con sus infructíferos esfuerzos por ser respaldado por la comunidad internacional. Esta semana trascendió que el canciller golpista, Carlos López, había enviado una carta a la Organización de Naciones Unidas para que se reconociera al régimen dictatorial.
Mientras tanto, siguen estancadas las negociaciones entre golpistas y representantes del gobierno constitucional, debido a que los representantes del régimen de facto se niegan a aceptar que Zelaya vuelva a ocupar la presidencia.
Quienes reclaman el restablecimiento de la democracia suponen que el gobierno de Micheletti está intentando realizar tácticas dilatorias para que los comicios presidenciales, previstos para fines de noviembre, se realicen bajo el gobierno de facto.
"Yo nunca he conocido ni en las guerras más hostiles que una parte del diálogo tenga todos los privilegios, todas las ventajas (...) y que la otra contraparte que eligió el pueblo legítimamente esté totalmente reprimida", dijo Zelaya a una radio local refiriéndose a las negociaciones.
FUENTE: Radio Mundo Real