El candidato a la Presidencia de la República Oriental del Uruguay por el Frente Amplio, José Pepe Mujica, aseguró que sus declaraciones en las que criticó en duros términos a dirigentes y argentinos en general "fueron tergiversadas por los pelotudísimos periodistas argentinos". "Mis expresiones sólo pueden caer mal en un país lleno de forros tragaleche como la Argentina", se excusó el experimentado líder político oriental, quien de todos modos elevó públicas disculpas "en caso de que algún argentino culorroto y con el ano infectado se haya sentido herido en su sensibilidad de puto frágil".
Mujica, quien había calificado de "tarados", "histéricos", "locos" y "paranoicos" a los argentinos, y había definido como "patoteros" a los dirigentes del justicialismo y como "nabos" a los del radicalismo, prometió que en sus futuras expresiones públicas sobre la Argentina intentará "ser algo más cauto para no molestar a ninguno de los 40 millones de deficientes mentales que engrandecen a este bendito país".
El líder político uruguayo lamentó que sus opiniones "hayan sido mal interpretadas por alguno de los tantos soretes pajeros, chismosos, descerebrados, ladrones, sanateros, coprófagos, necrofílicos, obesos, mañeros, buchones, comilones, faloperos, putañeros, corruptos, conservadores, mugrientos, boludazos, amanerados, sidosos y negros de acá (por la mente) que nacen y habitan en la ribera occidental del río Uruguay.
"Yo no tengo ningún encono personal con los argentinos, a pesar de que son un catálogo de imbéciles hijos de mil putas, del primero al último", aseguró el presidenciable uruguayo. "Es más, yo hasta tengo un amigo argentino", añadió Mujica, "y todos los que lo conocen pueden aseverar que es el trolo más idiota, aniñado, cagón, mentiroso, traicionero, bufarrón y fláccido de todo el Cono Sur".
(No pude evitar la tentación de poner esta genialidad de la Revista Barcelona del número anterior... el 170)
