22.11.09

Porton Down: gaseados por la patria

Experimentos con armas químicas y bacteriológicas

Los Imperios han de nacer de una madre espartana, para que sus hijos perpetúen orgullosamente las atrocidades que los forjaron como patriotas.

La prision de Guantánamo o la de Abu Grahib son pálidos descendientes de la Prisión de Andersonville (Camp Sumter) en Georgia, donde murieron casi 13.000 prisioneros unionistas, víctimas de enfermedades, torturas y malnutrición durante la Guerra Civil Americana. Los campos de concentración nazi deben mucho a Goering, mucho a Himmler, pero más a Lord Kitchener, héroe británico (en Sudáfrica) al que la corona y el Parlamento premiaron con 50.000 libras, la Order of Merit y el título de vizconde por su victoria contra los boers. Lord Kitchener utilizó básicamente dos armas para ganar esta guerra: la táctica de tierra quemada y la utilización de campos de concentración para acabar con la población civil (mujeres, niños y viejos). En Octubre de 1901, había internados en estos campos 117.871 boers y habían muerto oficialmente 22.074 niños y 14.174 prisioneros negros.



Soldados de la British 55 Division
después de haber sido atacados con gas mostaza
11 de abril 1918.


Los alemanes copiaron la idea a Kitchener, porque Hitler, como Himler y Hess, eran anglófilos, que nunca entendieron que Inglaterra no se uniera a su causa; pero el verdadero descubridor e ideólogo de los campos de concentración fue un militar, político y Grande de España: Valeriano_Weyler uno de tantos criminales españoles de los que su patria habla de pasada y con la boca pequeña. Gracias a su política de "reconcentración" más de 300.000 cubanos fueron arrastrados lejos de sus casas y encerrados en recintos insalubres, donde murieron de inanición más de cien mil personas.

Goering, cuando testificó en el juicio de Nüremberg sobre las razones de su política de exterminio, reprodujo las de Weyler sin saberlo . Los españoles conocimos algo de este siniestro psicópata en la represión de la Semana Trágica de Barcelona (1909). Como en el caso de Kitchener, Weyler también fue recompensado generosamente por sus crímenes de lesa humanidad y en 1920 fue nombrado duque de Rubí y grande de España.

Pero la Alegre Inglaterra aún puede dar lecciones a la Gentil Castilla y al resto de Europa. Gracias a una esmerada educación victoriana, Inglaterra ha conseguido convertir la brutalidad de la barbarie en un engranaje de exterminio , sólo igualado por el fanatismo patriótico de sus súbditos.

Desde 1916 viene funcionando, en el Reino Unido, uno de los centros de investigación de armas biológicas más siniestro de la historia de la humanidad: Porton Down. Mientras que el uso y experimentación con armas químicas llevadas a cabo por alemanes, por la Unión Soviética, por Estados Unidos (Camp Detrick), por Japón o por España (guerra de Marruecos) son medianamente conocidos, Porton Down ha conseguido seguir en la bruma de la desinformación durante más de ochenta años. En 1999, como consecuencia de la demanda que entablan "cobayas-humanas" contra el Ministerio de Defensa, por las muertes y secuelas de los experimentos con gas sarin, también llamado GB), que sufrieron, estalla el escándalo en el Reino Unido y comienza una investigación, que aún sigue , y que se conoce como Operación Antler (Porton Down). El término de Antler Operation viene de las operaciones de bombardeo atómico "experimental" que el gobierno británico lanzó contra Maralinga (Australia) en 1957. Las bombas tenían una potencia destructiva que alcanzo los 27 kilotones (la de Hiroshima tenía 16 y la Fat Man de Nagasaki 20). En los años 90 el Gobierno australiano intentó acallar las consecuencias de estos experimentos con compensaciones económicas, pero sigue manteniendo el secreto más absoluto sobre el grado de contaminación, el número de víctimas y el tipo de experimentos que se llevaron a cabo con población civil. Chernobyl es un jardín de infancia al lado de Maralinga y otras regiones de la Corona Británica.

Para darse una idea de lo que fue la operación Antler/Porton Down, traduzco parte de artículo de Alan Care, que publicó The Independent en el año 2000 y que tituló, muy reveladoramente, "Envenenados por los suyos".

"La Policía de Wiltshire ha revelado que su investigación sobre el uso de miles de personas utilizadas como cobayas humanas, en el Centro de Armas Químicas de Porton Down es la mayor investigación que se ha realizado hasta el momento (...)

Los antecedentes de este caso se remontan al 6 de mayo de 1953, cuando el oficial del ejército del aire Ronald Maddison denunció ante las autoridades de Porton Down, que entonces era llamado Centro para la Defensa Química y Biológica, lo que el consideraba que no eran obligaciones militares. Se le habían administrado veinte dosis (200 mgs) de gas nervioso sarin GB como parte de un experimento para comprobar su resistencia ante agentes químicos. El joven Ronald, de veinte, años murió como resultado directo.

Ya entonces se sabía positivamente que el gas sarin era uno de los venenos más letales existentes. Pero, después de esta muerte, se cerró el caso, se invocó el Acta de Secretos Oficiales y se obligó a la familia de la víctima a guardar silencio bajo juramento.

El padre de Maddison dijo a su familia que, si les contaba lo que él sabía, lo encerrarían en la Torre de Londres. El Ministerio de Defensa pagó al padre de Maddison 16 libras para el sepulturero, 4 para el funeral y 20 para ropas de luto. Es evidente que se valoraba en muy poco la vida de Ronald.

Desde 1916 hasta hoy, aproximadamente 5.400 soldados han tomado parte como voluntarios en experimentos de este tipo en Porton Down. Las substancias químicas que se han probado en ellos incluyen agentes nerviosos y gases (incluido el gas sarin, usado hace pocos años, por una secta religiosa, en el Metro de Tokyo con resultados devastadores), gas mostaza, lewisita (un gas tóxico utilizado como arma química), y aire contaminado conocido como Niebla londinense , mezclas de caucho (usadas como parte del equipo de protección química) y LSD (una droga alucinógena).

El término voluntario es inapropiado. A los soldados no se les dio la información adecuada sobre la naturaleza de estos experimentos. En algunos casos se supone que hubo engaño. Se ha descubierto que a muchos de los jovenes soldados implicados se les engañó para que se presentaran como voluntarios, diciéndoles que iban a tomar parte de un estudio sobre el "resfriado común". Y , a continuación, se les gaseó con agentes nerviosos y gas mostaza".

Antes de la muerte de Maddison hubo otras muertes repentinas, causadas por los experimentos con gas nervioso, como la de un soldado al que se le inyecto 300 mg. de gas líquido. El informe interno refiere como el tóxico tardó tres segundos en hacer efecto. El relato de los voluntarios incluye: agentes nerviosos inyectados en los ojos que causaron blefaritis y conjuntivitis bilateral crónica, tests con gas nervioso que provocaba el "síndrome de ojos secos", experimentos con gas causante de enfermedades respiratorias crónicas; enfermedades neurológicas tras experimentos con gas nervioso, problemas dermatológicos como secuelas del gas mostaza que se lanzó sobre los soldados, y problemas psiquiátricos tras los experimentos que incluían LSD.

Un voluntario, Gerald Beech, fue recluido en una cámara de gas y se le sometió a una dosis de éste :"Empecé a asustarme cuando los conejos comenzaron a morir. Cuando salimos, estaban todos muertos. Estuvimos ciegos durante 48 horas. Y eso sólo fue el comienzo de mis problemas", dijo.

Lamentablemente, los científicos de Porton Down, hasta los años 70, parece que incumplieron el Código de Nuremberg sobre experimentación con humanos o que no se aseguraron de pedir el Documento de Consentimiento Previo a los voluntarios. Pero la Operación Antler pudo ir más lejos. Después de las declaraciones a las autoridades de otro voluntario, Gordon Bell, sobre su tratamiento, la policía de Wiltshire está investigando ahora actividades presuntamente criminales que incluirían asesinato, homicidio y "administración de sustancias tóxicas". Y el asunto puede que no quede sólo en los científicos que estuvieron implicados, sino que alcance a todos los ministros de defensa de esos años, que quizás tengan que afrontar cargos criminales.

Si se admiten estas acusaciones, el Fiscal de la Corona tendrá que decidir quién era, legalmente, la "mente directora" que estaba tras estos experimentos. Es irónico que el Home Office esté ahora realizando una investigación que puede revelar la culpabilidad de los ministros de Defensa. Ellos, en última instancia, fueron responsables porque fueron quienes impartieron las órdenes a los científicos de Porton Down.

Existe la posibilidad de que no se tome ninguna medida. También puede ocurrir que, si la Policia se niega a presentar cargos ante la fiscalía, la familia de Maddison haga intervenir a la acusación privada para sacar a la luz verdad. La Criminal Injuries Compensation Authority ya ha dicho que no ha lugar para compensaciones por daños producidos antes de 1964, cerrando así cualquier posibilidad para reclamar a las víctimas . También se les ha negado a las víctimas la vía civil. El ministro de Defensa se ha parapetado tras la Sección 10 de la Crown Proceedings Act 1947. que otorga al ministro de defensa inmunidad absoluta frente a cualquier demanda civil por delitos cometidos por el ministerio. Esta disposición fue modificada por la enmienda de 1987, pero no con efecto retroactivo, por lo que se frenaría cualquier acción que pudieran intentar los voluntarios de Porton Down.

Alan Care sigue explicando las posibilidades que tienen los afectados de recurrir a instancias y tribunales europeos:

"Como descubrieron los familiares de Maddison, se ha vuelto a recurrir al Acta de Secretos Oficiales. Hubo dos informes de la muerte de Ronald. A día de hoy los documentos del Coroner (juez de primera instancia) no se han hecho públicos. Se ha filtrado un informe sobre las pesquisas, cuya copia tiene hoy la policía de Wiltshire. Curiosamente hay dos versiones de la muerte de Ronald Maddison. Una, el informe oficial, rebaja la importancia de su muerte. Dice: "La muerte de este hombre debe atribuirse a su propia idiosincrasia".

Hay otra versión de los sucesos en un informe interno, realizado por los científicos de Porton Down, que el Ministerio de Defensa ha mantenido secreto y que no se me ha permitido comentar. Este informe,titulado "Un caso fatal de envenenamiento con GB (gas sarin)", sólo lo han visto unas pocas personas, incluida la Policia de Wiltshire. La DERA (Agencia de Evaluación e Investigación de la Defensa), que ahora dirige Porton Down, me permitió leer el informe allí, pero me prohibió tomar notas o fotocopiarlo. Según la DERA, estaban deseando hacer público el informe, pero era el Ministerio de Defensa el que se oponía, por criterios de desclasificación.

Hay una buena razón por la que el Gobierno mantiene tal secreto. El Sarin es un organofosfato (OP), que se usa como pesticida en baños para ganado. A pesar de que los granjeros han denunciado en muchas ocasiones que se han envenenado con los baños de OP, el gobierno continúa negando que éstos sean nocivos para la salud.

Pero, incluso en 1953, tenía evidencía fáctica indiscutible, según la cual la respuesta de los individuos a los orgafosfatos mostraba una variabilidad muy amplia. ¿Podria ser ésta la razón real por lo que no se han hecho publicos los hechos que rodean la muerte de Maddison? Parece ser que los ministros han decidido que los soldados eran de usar y tirar. Una serie de informes inderdepartamentales, que discutían sobre la posibilidad de enviar funcionarios a Porton Down, rechazaron esta proposición: "Si ampliáramos el campo de voluntarios e incluyéramos a funcionarios, habría que considerar tres cosas muy importantes: una de ellas es que estos voluntarios tendrían que ser indemnizados en caso de lesiones"

Es decir: una regla para los funcionarios y otra para los militares. Ningún voluntario de Porton Down ha recibido indemnización alguna. Esta serie de informes gubernamentales concluyen con la siguiente frase: "no habría problema en pagar una razonable indemnización, si el Departamento ha actuado negligentemente o no" Estas palabras revelan con toda claridad el degradante trato que se ha dado a los militares de Porton Down durante todos estos años. Sucesivos gobiernos los han ignorado. Son unas personas ancianas y están muriendo antes de poder ver que se haga justicia.

El Caso Antler ha ocupado miles de páginas en prensa y en las transcripciones del diario de sesiones del Parlamento británico. Concluyó en 2006 con unas ridículas compensaciones a algunos afectados. Pero, por primera vez, Porton Down fue objeto de escrutinio, análisis y crítica. Sin embargo, todas las informaciones que han salido a la luz, a pesar de las presiones del Ministerio de Defensa, el Home Office y los servicios de inteligencia, han quedado recluidas en su insularidad o arrinconadas en el limbo del "antisistema" .

Es conveniente estudiar no sólo los casos en los que Porton Down se ha visto implicado , sino su historia, porque en ella, además de muertes, plagas y pandemias inducidas, encontraremos una filosofía de lo que es la defensa nacional como pretexto para hacer negocios lucrativos y crímenes con igual impunidad. Y, por puro egoismo, también nos conviene considerar que estamos importando un modelo de "investigación" militar corrompido y peligroso.

Ésta es una somera lista de algunos experimentos realizados por Porton Down y el Ministerio de Defensa del Reino Unido. Por supuesto, todos secretos, porque "knowledge of them by unauthorised persons could be politically embarrassing."

FUENTE: Tortuga (Grupo antimilitarista)

Artículo Original de Gatopardo (Aquí encontrarán más información y enlaces relacionados)
"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)