12.12.09

Cumbre climática de Copenhague:"El análisis clasista está totalmente ausente de este debate" (James Petras)

En otra parte del reportaje a James Petras, habla sobre la Cumbre de Copenhague y lo que él considera que no incluye como tema de debate: la cuestión clasista...

Chury: Me mencionaste que estás trabajando en lo de Copenhague.

Petras: Sí. El hecho es que hay un debate aquí sobre el control de las emisiones de contaminantes. Pero sin tocar el fondo, lo que es el problema clave, que es el poder del capital de comprar y vender el privilegio de contaminar. No hay una política de ir a las raíces del problema, que es las ganancias de todas las empresas contaminantes. Es decir, las industrias contaminantes podrían comprarle a industrias no contaminantes algunas exenciones sobre la contaminación y eso es simplemente repartir entre los más y menos contaminantes, las capacidades de contaminar.

El asunto va por ahí.

Las industrias contaminantes no quieren reducir sus tasas de ganancias. El problema es que si invierten en los controles para eliminación de contaminación obviamente le van a bajar las ganancias y eso es lo que no quieren hacer.

Por esta razón las proyecciones en Estados Unidos no tienen ninguna fase de sanciones, solamente son compromisos verbales, proyecciones de la imagen de relaciones públicas que quieren dar, pero la obligación de bajar la contaminación producida por el carbón en Estados Unidos no existe ni tampoco ninguna industria quiere instalar controles sobre contaminación.

Y ahora Obama utiliza el pretexto de que estamos en recesión, que no hay que imponer condiciones porque las empresas tienen que recuperar altas tasas de ganancias para fomentar la recuperación.

Y segundo, el problema de fondo del desempleo, la desindustrialización y todos los problemas que asociamos con la crisis económica, queda al margen de este debate en Copenhague. No discuten la relación entre las economías contaminantes y las crisis económicas. Ahí se está desplazando todo el debate sobre la crisis social de los pueblos. Esa es otra razón que debemos analizar.

Los afectados por la contaminación son los obreros y el pueblo. Los productores de contaminación son los dueños de los medios de contaminación, el gran capital.

Ese análisis clasista está totalmente ausente de este debate. ¿Quién vive cerca de las chimeneas? ¿Quién está obligado a tomar agua de los grifos contaminadas? Los ricos importan agua, viven lejos de las fábricas y las instalaciones contaminantes.

No todos somos afectados; es otro mito de los grandes locutores que informan sobre este problema.

Si uno busca a ver dónde están los mayores peligros, es en los oficios que son desempeñados por los obreros. Los gerentes y capataces incluso, están en oficinas bien protegidos. Pero un soldador, o un trabajador del calzado o una trabajadora textil, tienen todo el polvo en la boca. Y no me hablen de máscaras porque las máscaras sólo filtran un 50 % del peligro. Y los que viven en las torres, los gerentes, no necesitan máscaras y tienen el aire fresco del quinto o sexto piso del edificio.
"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)