Petras da una serie de razones que van un poco a contramano de la idea (aproximada) que yo tenía sobre el gobierno de Evo. Esto me hace repensar mi postura y quedar a la expectativa acerca de lo que haga en su nuevo período respecto a sus promesas de profundizar su modelo de gobierno...
De todas formas, es muy interesante el punto de vista para, justamente, tener otros elementos para sopesar la situación allí.
También, al final, hace una mención del Uruguay...
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Chury: Bien. Te iba a preguntar qué temas estabas analizando pero ya me adelantaste uno.
Petras: Sí, y otro tema es la reunión en Copenhague sobre el clima y el calentamiento del mundo.
Pero empezamos con Bolivia porque es muy interesante analizar qué pasó allá y por qué. Sabemos que Evo ganó dos tercios del senado y casi dos tercios en el Congreso o por lo menos muy cerca, y con 63 a 65 % del voto en elecciones presidenciales. Una victoria contundente.
Ahora, ¿cómo explicamos este resultado? Porque no es un gobierno que haya transformado la sociedad, ni excluido a ningún capitalista extranjero ni ha expropiado las grandes plantaciones de los agro exportadores. ¿Cómo entendemos entonces el voto tan contundente y popular?
Primero es porque han dado mayor respeto a los indígenas. Han participado en eventos, se ha aumentado el presupuesto para la construcción de caminos, han dado algunas subvenciones para los niños que van a la escuela.
Son políticas que podríamos caracterizar de ayuda social, asistencialistas. Pero ¿cómo entender que la derecha haya bajado tanto? Creo que un sector de la clase dominante, especialmente las multinacionales, han dado dinero y apoyo a Evo Morales porque ha dado seguridad y oportunidades para los inversionistas. No ha quitado ninguna compañía multinacional del sector de gas y petróleo.
Hay que analizar a fondo porque esto es lo que todos los diarios y semanarios llaman nacionalización pero no es una nacionalización, es una asociación. Es decir que el estado comparte las inversiones y las ganancias. Y las ganancias de las multinacionales entre 2005 y 2008 han sido exorbitantes, pero también los ingresos del Estado, y con estos altísimos precios en minerales Evo Morales no necesita tocar ningún interés capitalista para financiar los programas asistencialistas.
Todos están satisfechos: los capitales consiguen enormes ganancias; el pueblo recibe programas asistencialistas; hay mayor respeto para los indígenas; muchos de sus líderes son ahora diputados y congresistas que reciben una buena remuneración y hay promesas de que en el segundo gobierno van a avanzar los cambios sociales, que no ha realizado ninguno en la primera presidencia.
Con el apoyo del Fondo Monetario Internacional -que debemos anotar eso porque leyendo los documentos del FMI hay mucho aplauso para Evo Morales que ha hecho lo que muchos otros presidentes desde centro derecha a centro izquierda no han hecho. Ha acumulado enormes reservas: cinco veces más que lo que existía antes de su período de gobierno. Ha mantenido una política fiscal mucho más ortodoxa que cualquier gobierno en Europa, en Norte América e incluso en América Latina. No ha aumentado ningún déficit para financiar obra social significativa.
Por esta razón digo que con el aplauso para el mejor alumno del Fondo Monetario, con el respaldo de las multinacionales, con el voto de la gran masa popular, es una situación extraordinaria. La derecha no tiene ningún argumento contra Evo Morales por eso los candidatos de la derecha no podían competir.
Y uno puede mencionar otra política de Evo, que es muy astuto: por un lado está encarcelando a traficantes de cocaína, pero por el otro lado han extendido el cultivo de la hoja de coca más de tres veces. Eso beneficia a los cultivadores de coca que están ganando dinero, pero al mismo tiempo el gobierno está persiguiendo a los que convierten la coca en cocaína. Entonces tenemos un panorama muy complejo. Un discurso antiimperialista y por otro lado colaboración con las multinacionales; echa por espionaje al embajador norteamericano y por otro lado firma contratos en Europa para la explotación de minerales y gas.
Tenemos un discurso muy pro indígena, pero todavía el 60% de las comunidades indígenas están bajo la línea de pobreza. Eso es lo que quería enfatizar, que no vamos a ver en los diarios y semanarios que están circulando, que solamente siguen hablando de las medidas asistencialistas para definirlo como un izquierdista. Yo digo que es un pragmático político del centro, si quieres, centro izquierda, pero el asistencialismo nosotros tradicionalmente no lo asociamos con una política de izquierda.
Chury: Bien Petras. Me parece buenísimo el análisis que nos esclarece también porque es exactamente la misma receta que tú describes, la que ha pasado en Uruguay. Sin petróleo, sin gas y sin indios pero es exactamente lo mismo: un gobierno pro imperial que tiene un discurso antiimperialista pero que cuando vienen los representantes del Fondo, del BID, del Banco Mundial y los que vienen a instalar pasteras, es exactamente lo mismo que pasa en Bolivia.
Petras: Sí. Y ambos gobiernos son beneficiarios, en una gran extensión, de los altísimos precios por sus exportaciones y la demanda en el mercado. Eso permite combinar esta política de subvención al capital y los exportadores y también hacer concesiones salariales a los trabajadores organizados.
Esta doble política depende mucho de la situación del mercado mundial y mucha gente simplemente deja hacer al régimen. Pero para poder entender la política económica del régimen, particularmente en cómo está repartiendo los ingresos, hay que analizar los ingresos que vienen de los altísimos precios y las condiciones extraordinariamente favorables en la economía mundial