1.6.10

‘El ajuste’, ¿qué es? (Por Santiago Niño Becerra)



Introducción. Conocemos como ha ido el proceso: a fin de superar el agotamiento del modelo de crecimiento allá por los 80 de los 1900, ilustración se puso en marcha un proceso muy ingenioso basado en conceder capacidad de endeudamiento prácticamente ilimitada a todo el mundo: a quienes nada justificaba que la tuviesen debido a que ridículo era el valor que generaban, y a dársela en proporciones gigantescas a quienes si lo estaba.

A los primeros se le dio a fin de mantener contenidos sus salarios y para que con la ilusión pudieran llegar a donde de otro modo no hubieran podido: ¿a quien no le gusta usar una corbata o un foulard de Hermes diferenta cada día?, a los segundos para que pudieran acudir con más asiduidad a la Avenue Montaigne. Podría decirse que fue el igualitarismo de otra manera.

Lo anterior tuvo que venir acompañado de una capacidad productiva creciente y de un comercio internacional al alza, capacidad productiva y comercio internacional que tenían que ser financiados: por el lado de las ventas, por el de las compras, por el de los superávits, y por el de los déficits. Y financiación que tenía que ser sostenida, asegurada y apalancada, es decir, financiada, superfinanciada e hiperfinanciada.

Y se creció, mucho, mucho: tomando como índice 100 el PIB equivalente de los países de la OCDE en 1987, en el año 2007 ese PIB había ascendido a 163,56, casi 64 puntos en veinte años, ¡no está nada mal!, pero ese crecimiento no fue gratis -¿algo lo es?-: una masa crecientemente monstruosa de deuda ha estado siendo la base sobre la que se ha estado construyendo este magnífico crecimiento económico; hasta que se ha llegado a un agotamiento físico, a una crisis sistémica, por imposibilidad -física- de continuar funcionando de tal modo.

Desarrollo. En Septiembre del 2007 todo comenzó a romperse, y tras ayudas, garantías, avales y rescates que han colocado la deuda pública y el déficit de los Estados y Entes Locales en niveles jamás vistos y nunca antes alcanzados (olviden la época de la conversión de la deuda que realizó en España el ministro Camacho), y después de asimilarse como posibles impagos generalizados de deudas privadas y bancarias, se han puesto en marcha ‘los ajustes’; los ajustes, y, ¿qué son?.

Un proceso de ajuste como cualquiera de los que se han puesto en marcha en el planeta o cualquiera de los que se van a poner en marcha en los próximos días (o de los que se van a continuar poniendo en marcha después), supone, por un lado, una marcha atrás, un desandar el camino, pero, por otro, un retroceso: como hay que ‘dejar de hacer’ con lo que no se gasta en eso hay que ‘hacer otra cosas’ -devolver, pagar, asegurar el retorno- el ajuste supone un empeoramiento: se va a menos o a mucho menos. En esencia el esquema es el siguiente.

En una primera fase se decrementa el gasto público, lo que afecta negativamente al crecimiento en un proceso de menor crecimiento: se crece menos en medio de una tendencia de crecer menos, por lo que los ingresos públicos decrecen al reducirse la recaudación fiscal fruto de la menor actividad económica. Estos menores ingresos públicos forzarán un menor gasto público hasta que se equilibre el binomio.

A la vez, la menor actividad llevará al menor consumo que ya vendrá de atrás: el desempleo del factor trabajo, al verse privado de crédito ya habrá reducido su consumo, reducción que se irá amplificando a medida que la menor actividad vaya yendo a más, y reducción que contribuirá a la caída de la recaudación fiscal y de los ingresos públicos. La mortandad de empresas crecerá al reducirse la financiación de los circulantes y al disminuir el consumo interno, por lo que la vía que quedará a las compañías que sobrevivan será la exportación.

Suponiendo que cada país del planeta pueda consumir lo que el resto del planeta le exporte (se habrán dado cuenta de que la solución de todas las economías no importa donde se hallen es la exportación: todo el mundo exportando a todo el mundo: un poco absurdo, ¿no?) una cuestión ha de ser resuelta: hay que ganar competitividad, para eso las empresas tienen que aumentar su productividad y aplicar dicha ganancia a sus costes a fin de reducirlos. Al ganar productividad se incrementará el desempleo, pero eso sucederá más tarde, se supone que no de golpe y su impacto será relativamente terrible porque ya se partía de una muy elevada tasa de desempleo, además, ¿para qué está el subempleo?, el problema es que economías como la española no pueden hacer eso debido al reducido valor añadido que generan, por lo que hay que aplicar otra vía.

Una ‘reforma laboral’ es esa otra vía. Se ponen en marcha una serie de cambios que reduzcan los costes laborales -no sólo los salariales- y se simplifican los requerimientos legales para reducir el stock de factor trabajo aunque su coste no se reduzca mucho: ‘las penas con pan son menos’; la suma de ambos factores hará ganar algo de competividad aunque muy poca, en cualquier caso no es exagerado suponer que, en algo, las exportaciones mejorarán. La reforma laboral puede venir acompañada -vendrá- de una reforma fiscal -no la que debería: para eso aún falta- a fin de contribuir a la reducción de costes y contribuir en algo a la mejora de competitividad.

Este camino llevará a un lugar en el que el déficit público -y regional, y local, y municipal- se reducirá, creando una ‘reserva’ de fondos -los ingresos públicos no gastados- para pagar deuda -pública- y para mostrar que se está en disposición de pagarla; ni de largo en las cifras barajadas, pero si para dar una imagen de ‘seriedad’ -de saber optimizar, en realidad, y utilizando uno de los conceptos que dentro de cuatro días se van a poner de moda- que permita seguir funcionando. (Existe otra alternativa: la práctica eliminación del gasto público que lleve a la sociedad a una época de miseria bíblica, pero no creo que las cosas sean llevadas hasta ahí).

Esta situación puede durar bastante tiempo -pienso que no menos de diez años: eso es lo que hasta ahora han durado las crisis sistémicas- con ligeras mejoras a medida que el tiempo vaya pasando, pero nada para tirar cohetes. Algo así como un ajuste permanente (pienso que lo más parecido que recientemente podemos encontrar como ejemplo es el llamado Período Especial vivido en Cuba en los años 90).

Cuando por fin oficialmente hayamos salido de ‘la crisis’, lo que veremos a nuestro alrededor será una generalizada pérdida de bienestar manifestada en un empobrecimiento enquistado que se habrá ido formando a lo largo de los años de ajuste y que la sociedad ya no abandonará debido a que la recuperación -el nuevo modelo sistémico- estará basado en la optimización, lo que supondrá importantes excedentes de factores productivos, no utilizados, o, en lo referente al trabajo, desocupados o infrautilizados. Aunque eso es ya otra historia. Es decir y en resumen, de volver a lo de antes (que es lo que se está vendiendo), pienso que nada de nada.

Fuente: La Carta de la Bolsa
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17.5.10

La crisis ya ha comenzado. Ya hemos llegado a un lugar en el que nada tiene sentido (Santiago Niño Becerra)


Uds. saben que siempre he manifestado que lo que ahora estábamos viviendo era la precrisis que comenzó en Septiembre del 2007 -cuando se puso de manifiesto el affaire de las subprime- y que se extendería hasta mediados del año en curso cuando finalizasen los programas de ayuda y estímulo; conceptualmente continúo pensando lo mismo, pero pienso también que ahora, en estos momentos, la situación está dando un salto cualitativo fundamental. Estamos en un momento en el que todo queda viejo en el mismo momento en que ha sido dicho debido a que los acontecimientos nos están superando; ya, ya: es culpa nuestra porque pusimos en marcha un mecanismo que no se comprendía, o si; un mecanismo cuyos efectos y consecuencias no podían preverse, o si; pero lo único importante es que esos efectos, esas consecuencias ya nos han alcanzado: y están aquí. Ya hemos llegado a un lugar en el que nada tiene sentido. Da igual lo que se haga: será otro paño caliente, otro ganar unos días más hasta que tan sólo sean unas horas. Tanto da donde pongamos el punto de mira: en la economía postglobal todo es uno. Mientras suena la música se está dando vueltas a una mesa de la que se han quitado las sillas. Ayer fueron tales medidas, mañana serán otras, o una vuelta de tuerca, u otro recorte. Pero el problema es la deuda, la deuda total, la deuda del Estado, la de los entes locales, la de las entidades financieras, la de las familias, la de las empresas; en España, y en Uruguay, y en Camboya y en USA, y en Dubai.

Se continuarán haciendo cosas, ¡claro!, pero ya da igual lo que se haga porque lo que se haga se hará siguiendo las páginas de un manual que ya está obsoleto, desgastado de tanto aplicar unas recetas que ya no sirven, que ya no sirven para resolver los problemas a los que nos han llevado esas recetas que tanto propiciaron crecer. Ya da igual lo que se haga: quienes tienen que creerse que toda la deuda puede ser pagada no se lo creen porque no pueden creerlo: ellos también tiene deudas acreedoras y deudoras, pero quieren aparentar que lo creen porque hay que continuar dando vueltas a la mesa mientras la música continúe sonando.

Da igual lo que se haga, en Europa o en USA, en Japón o en Brasil: en una metástasis la única forma de acabar con el problema sería modificar la información que rige el funcionamiento de ese organismo enfermo; aquí y ahora: hace falta un manual nuevo. ¡Las ideas se han agotado!: es preciso un manual nuevo.

¡La tendencia!. Las Bolsas declinarán, y lo harán los precios porque el consumo caerá, porque lo harán las rentas, porque la deuda, mientras sea, continuará estando ahí, y ya no hay crédito al que recurrir porque a la confianza se la ha llevado el viento.

A mediados de año, si, pero en verdad la crisis ya ha comenzado.

Santiago Niño Becerra.
Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.


Fuente: La Carta de la Bolsa
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21.3.10

Consenso (Por Santiago Niño Becerra)


¿Se acuerdan del ‘Talante’?, ¿y de la ‘Coherencia’?. Había que tener talante y había que actuar con coherencia. (No piensen en nadie en concreto porque todos los Presidentes del Gobierno se han movido por ese campo, la diferencia radica en que algunos lo decían: ‘ían’: pasado: ya no lo dicen). Esto viene a cuento del (deseable / necesario / imprescindible) ‘Consenso’.

En el fondo es más de lo mismo: como se tiene talante se actúa con coherencia a fin de buscar el consenso, pero ese consenso, ¿se busca como principio o lo impone quien tiene poder para hacerlo?, en otras palabras: ¿es preciso que haya consenso o no hay más remedio que lo haya?.

Cuentan, dicen, aseguran, que los fondos esos que especulan han formado parte del grupo de culpables de la situación en que se halla la economía mundial. El talante, parece ser, era acabar con su descontrol y efecto dañino que causaban, luego la coherencia llevaba a regularlos efectivamente, y por eso, y sin que nadie vociferase en exceso, el Presidente de Turno de la UE en ese sentido se manifestó hace un mes. Pero, como dice el refrán, ‘Una cosa es lo que se quiere y otra lo que se tiene’.

El pasado Martes 16, el Señor Rodriguez Zapatero recibió una llamada y la regulación de esos fondos malasombra fue quitada del orden de día de las reuniones que la Comisión va a tener la próxima semana; una llamada: da igual de quien fuese: un poder movió ficha y otro poder menor retiró la suya, para buscar el consenso, naturalmente.

Mi lectura última: los fondos esos que hacen ese tipo de cosas y que generan inestabilidad aún son necesarios, aún tienen que llevar a cabo un par de jugadas más, aún tienen que hacer dos o tres movimientos más, macrojugadas y megamovimientos, naturalmente; ¿por qué?, pues porque aún nos hallamos en el modelo ‘viejo’.

El modo de hacer las cosas que ya se halla agotado y en cuya precrisis nos encontramos se caracterizaba por varias cosas, entre ellas esos fondos especulativos de altísimo riesgo: eran la ficha de 10.000 dólares del Sands y, a la vez, el lubricante de alta densidad que permitía que ciertos engranajes del modelo pudieran girar. Gracias a ellos ‘la economía funcionaba’, porque, seamos claros: ¿quién maldecía contra esos fondos cuando ‘el mundo iba bien’?.

Ahora ya han dejado de ser necesarios, y útiles, porque las cosas van a hacerse de otra manera: porque van a tener que hacerse de otra manera: porque las cosas van a hacerse de otra manera en la que ya no va a tener sentido que masas de capital ultraapalancadas especulen con elementos estructurados intertemporales con una existencia limitada a una pantalla y a un servidor; no van a tener sentido, pero aún tienen que cumplir un par de misiones, las últimas, de ahí la llamada; y de ahí la respuesta: raudamente la propuesta, buscando el máximo consenso, fue retirada; sin presiones, ¡naturalmente!: no son necesarias: las personas son inteligentes y saben perfectamente lo que tienen que hacer, cuando tienen que hacerlo y como tienen que hacerlo.

¿El talante y la coherencia?, muy bien, pero si la Tierra dejó de estar en el centro del Universo, ¿por qué no puede cambiarse el timing de un objetivo?, sobre todo si es para alcanzar el ‘máximo consenso’.

(Lo que suelo decir: cambio de tema, ¿o no?. Dominique Strauss-Kahn, el director del FMI, ha manifestado que pueden producirse disturbios sociales. Lo ha justificado acudiendo a dos realidades: la falta de expectativas de una ciudadanía que no percibe que acabe de arrancar la recuperación, y a la no definitiva concreción de unos instrumentos que garanticen fehacientemente que una situación como la actual no volverá a producirse.

Para mí lo auténticamente importante, lo verdaderamente crucial es que el big boss de una de las principales instituciones planetarias haya dicho que pueden producirse disturbios sociales, es decir, que la paz social va a dejar de estar garantizada, en resumen que lo que viene va a provocar revueltas sociales.

La justificación se aprecia pobre: si, como también dijo, la recuperación ya está en marcha, ¿por qué estos teóricos problemas sociales?: pregunta retórica: voy a responderme: pues porque, pienso, tal recuperación es de pizarrín, asistida y de autoconvencimiento, y lo peor está por llegar y el desempleo va a aumentar, lo que equivale a decir que el estándar de vida de eso-hasta-ahora-denominado-clase-media se va a reducir.

Revueltas sociales: nadie va a volver a tomar ningún palacio de Invierno: ya no está de moda hacer esas cosas, pero si que es esperable un crecimiento del malestar social, manifestado de diversas maneras, pero malestar al fin y al cabo producido por una degradación en las condiciones de vida de la mayoría.

Ha sido la primera vez: el director del FMI, en el Parlamento Europeo: disturbios sociales. Apúntenlo en el calendario: se hablará más de esto.

¿Creen que he cambiado de tema?).

(Me impresionó el titular, mucho, mucho, de verdad: “Euro Drops on Greece Bailout Concerns” (http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=acmJ2IXsHAUk&pos=1)

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
Fuente: La Carta de la Bolsa
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13.2.10

El Wall Street Journal anuncia el inminente Crash del Capitalismo...!!!

Ya no son los "comunistas" los que anuncian el fin del Capitalismo, su decadencia y caída... A lo que anunciaron otros destacados economistas y analistas internacionales, ahora se agrega el principal órgano de difusión del centro financiero capitalista por excelencia: el Wall Street Journal.

Tratemos de agarrarnos fuerte, porque parece que ahora sí se viene...

Este es el artículo de Paul Farrell para el Wall Street Journal:

Inversores, despierten. ¿Están preparados para la anarquía económica que viene después de que la bomba de tiempo de la deuda explote? ¿Invertir de manera diferente? Actúe ahora. Mañana será demasiado tarde.

Así inicia el especialista del Wall Street Journal su artículo en el que advierte del gran estallido que augura para este mismo año 2010, tal como lo viene señalando el catalán Santiago Niño Becerra (no digo y no puedo afirmar que sea desde la misma óptica, pero sí que ambos prevén una SUPER CRISIS.)

En el artículo se utilizan varias expresiones que, evidentemente, son comunes en el ámbito financiero en EEUU y de las que no puedo dar una traducción precisa porque su significado literal resultaría ridículo para nosotros... Pero trataré de interpretarlas, llegado el caso.

El Wall Street Journal a través de Paul Farrell dice que...la Gran Crisis se producirá muy pronto, más grande que la de los "punto com" del 2000 y la crisis de los créditos "subprime" juntos. Una enorme explosión de los mercados. Y, igual que Bloomberg, Business Week predice: "Los resultados no serán agradables para los inversores y los funcionarios electos".

Si esta confirmación de los pronósticos de una Mega Crisis hecha en su momento por Santiago Niño Becerra en su libro "El Crash del 2010" no fuera suficiente, Farrell pinta un panorama muy duro para los tiempos que sigan a la "explosión" de los mercados...

Después de que la bomba de la deuda estalle, no esperen una corrección típica seguida de un nuevo repunte. El tóxico Pseudo Capitalismo de Wall Street está desmoronándose. Esté preparado para una crisis masiva. Sí, ya la tercera mayor burbuja del siglo XXI ha sido disparada una vez más por los descontrolados Fat Cat Bankers de Wall Street. (desconozco a qué llaman Fat Cat Bankers)

¿Puede sobrevivir su familia en la anarquía posterior a la explosión de la bomba de tiempo de las deudas?

Estados Unidos ya cayó en la anarquía económica. Todos estamos atrapados en un superciclo económico histórico, un punto de inflexión que debe sangrar a través de una anarquía autodestructiva de una tierra de nadie fuera de la ley, antes de que un mundo neo-capitalista pueda surgir. Los inversionistas me dicen que lo "sienten" en un nivel profundo, que "saben" que está sucediendo. Ellos se preguntan ¿cuál es la mejor estrategia de inversión que se puede preparar ahora?

Esto no es broma, amigos. ¿Está preparado? ¿O se está preparando? ¿Su familia sobrevivirá en un mundo post-apocalíptico, cuando la anarquía sea rampante en "América"? Mire a Washington, Wall Street y Corporate America hoy. Usted ya sabe que ha comenzado.

Clarito, ¿no? Pero sigamos leyéndolo. Cada vez resulta más evidente que el capitalismo está frente al "Crash" tal vez definitivo.

Usted está asistiendo al fracaso fundamental del sueño americano, al fracaso sistemático de nuestra democracia y del capitalismo, un fracaso impulsado por la insaciable codicia ciega de Wall Street: el gobierno disfuncional, mercados de locura, economía al límite. Multiplique eso varias veces y verá el mundo en un caos total. Ignore esto ahora y mañana será demasiado tarde.

No es una guerra por la ideología, sino un cambio del juego económico

Esta es una guerra para controlar a los 299 millones de contribuyentes estadounidenses. La guerra, desencadenada por el "Happy conspiracy" (literalmente: Feliz conspiración) Jack Bogle perfilado en su "Batalla por el alma del capitalismo" de 2004, una máquina de guerra de los Banqueros Fat Cat, directores generales, 42 mil lobbystas mercenarios y un Congreso rehén de las ilimitadas donaciones de las campañas electorales. La conspiración ha estado librande esta guerra contra los estadounidenses durante décadas, mucho antes de que la Suprema Corte expusiera sus secretos sucios.

Sí, su enemigo es aquella "Happy conspiracy": Se ha degradado en un capitalismo sin conciencia, sin percepción del bien público, empeñado en controlar el espíritu de Estados Unidos, su dinero y los mercados mundiales para sus propios fines egoístas. Y, finalmente, se disparará el cambio de juego de la bomba de deuda global, la tercera crisis mundial del siglo que finalmente encienda la Segunda Gran Depresión, sumiéndonos en una época de anarquía.

Los inversores siguen preguntándose: "Si viene ¿cómo puedo invertir? ¿Comprar oro? ¿Productos Básicos? ¿Qué sucede si se hunde el Dow (Jones) por debajo de 5.000? Tal vez el peor de los escenarios predicho por Bob Pretcher: Una profunda caída hasta los 1.000 puntos. Imagine una depresión mundial, un mercado bajista arrastrado desde hace décadas: "¿cómo puedo proteger a mi familia? ¿Me podré jubilar? ¿En qué puedo invertir? ¿Cómo prepararse?

Cómo dos clases de Estados Unidos se están preparando para un descenso en la anarquía

1 .- "Ciudadanos promedio" estadounidenses: Usted es uno de los 299 millones de estadounidenses cuyos ingresos promedios son de 50 mil dólares (al año), sólo el 10% del promedio de las primas pagadas a los banqueros Fat - Cat de Wall Street. O usted ya pertenece al 20% de los estadounidenses en situación de subempleo... tal vez con asistencia alimentaria... tal vez entre los 47 millones sin seguro médico... sus fondos jubilatorios son de 50 mil dólares, para un año de supervivencia. Y usted está enloquecido, no está dentro de la "Happy Conspiracy".
2 .- Los que están en la "Happy Conspiracy": Usted es uno del millón de afortunados o es uno de los Ejecutivos de la "Happy Conspiracy". Usted puede trabajar para un Banco Fat-Cat que los contribuyentes americanos rescataron el año pasado por lo que embolsó un bono de regalo de entre 600 mil y 10 millones de dólares en 2009. Tal vez usted está en la lista de Forbes 400. O usted es Senador de los EEUU.

Fuente: The Wall Street Journal
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13.1.10

Santiago Niño Becerra: El Crash del 2010 (LIBRO DIGITAL)


En el blog ya he publicado algunos artículos de Santiago Niño Becerra que son sumamente interesantes y esclarecedores sobre un tema que suele ser bastante difícil y complejo de abordar y de entender para quienes somos simples peatones en lo que a economía se refiere.
Pero este es el libro que plantea que durante este mismo año se producirá una supercrisis económica mundial (el crash) y lo fundamenta en las crisis sistémicas de la economía mundial ocurridas desde la época de los romanos hasta la Primera y Segunda Guerra Mundial. Explica cómo se llegó a la actual situación y cómo evolucionará en los próximos años.

El libro se publicó en marzo de 2009 y ya se hicieron 4 ediciones.
Lo pueden descargar en formato Rtf desde el siguiente enlace:


El Crash del 2010 - Descargar Aquí...


De la página de Sergi Caballero he tomado algunos de los puntos del libro que a él más le llamaron la atención. También a mí...

1 - Nunca más tendremos un sistema económico con tanta facilidad de crédito y consumo desmesurado. Nunca más.

2 - Esto es el inicio de la crisis de verdad, que empezará aproximadamente en 2010. Este año 2009 todavía se seguirán tapando agujeros hasta que se agoten las reservas económicas. No hay posibilidad de evitar la crisis, a la larga será positiva para el planeta y la sociedad.

3 - Hasta 2014 tendremos una economía de supervivencia, no de crecimiento. Solo aquello que sea indispensable tendrá éxito: comida, salud básica y poco más. El Sector Servicios va a ir en total regresión. Empresarialmente, solo las empresas tan grandes que puedan negociar un coste de materia inferior o aquellas que tengan una relación gastos-beneficios muy ajustada podrán aguantar hasta el final de la crisis.

4 - El paro aumentará mucho más, habrá revueltas sociales importantes y será una época semejante a la Gran Depresión de los 20, con la diferencia que hoy en día las famílias no pueden darnos tanto soporte como antaño. Por ello recurriremos a beneficios comunes, intercambios y servicios mútuos.

5 - Volveremos a reparar, a reciclar y reutilizar (no me extraña, hoy en día es más caro arreglar cualquier eletrodoméstico que comprar uno nueva). Podría volver el racionamiento de bienes y el control de los beneficios a cargo de unos pocos.

6 - Solo hasta el 2018 podremos habalar de un crecimiento económico positivo. Por supuesto será un crecimiento distinto al que actualmente conocemos. Los estados pondrán las bases de la nueva situación pero serán las corporaciones las que tendrán mayor poder para ejecutarlo.

7 - Todos los sistemas económicos tienen una fecha de caducidad de aproximadamente 250 años. Hasta el momento la humanidad ha vivido 6 crisis sistémicas y siempre han sido traumáticas para la población.

Por supuesto el libro habla de ello en profundidad y con una buena argumentación, además de tratar otros temas relacionados. Es especialmente explícito cuando dice: “¿Crees que la crisis ha llegado a tu ciudad? Si todavía ves camiones de mercaderías circulando, gente en movimiento y en los supermercados puedes encontrar productos en las tiendas con regularidad es que tu ciudad y tu país no están en crisis.”

“La crisis, la verdadera crisis, cuando estalle, a mediado del 2010, será tremenda, paralizante, una auténtica caída a plomo: será deflación, depresión, nada comparable a pasadas recesiones que usted haya vivido. Será algo semejante al sentimiento que se refleja en los rostros de las gentes que muestran las imágenes tomadas durante la Gran Depresión; unos rostros que , si nos hablasen, aunque lo hiciesen con las palabras de los años treinta, en realidad estarían hablándonos con las de mañana.”

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5.1.10

Navidad (Por Santiago Niño Becerra)


Se dice que en Navidad no pasa nada o que pasan muy pocas cosas. No estoy de acuerdo. Esta Navidad, el día 24 en concreto, se han producido hechos de un calado brutal.
Veamos.

En USA se ha aprobado una reforma sanitaria -no es ‘la’ reforma sanitaria porque ese es un concepto vacío: la reforma sanitaria, ¿de quién?, ¿para qué?-. Hace un par de meses hablamos aquí del tema, volvamos.

Desde la época de Theodore Roosevelt, y en distintas ocasiones, en USA se ha estado intentando hacer algo con la sanidad, sin embargo nunca había salido nada con ojos y cara. Ahora llega Mr. Obama y en un plis plas lo consigue, curioso, ¿no?.

Los intentos anteriores para racionalizar un poco la sanidad fracasaron estrepitosamente. En USA los gastos sanitarios totales superan el 19% del PIB y más del 15% de la población no tiene ningún tipo de cobertura médica, porque no puede pagarla aunque no es suficientemente pobre como para recurrir a un servicio público de salud diseñado para cuasihomeless; mientras, en Francia, por ejemplo, con unos gastos sanitarios totales que equivalen al 16,7% del PIB está cubierto más del 100% de la población debido a que existen familias y personas que, además de la cobertura universal pública, disponen de coberturas complementarias privadas. Dejando al margen cuestiones éticas, lo que ponen sobre la mesa estos cuatro números es una ineficiencia monstruosa en la gestión del gasto sanitario en USA.

La pregunta es, ¿cómo es posible que en el país de la productividad, del capitalismo, se haya llegado a esta situación con respecto a un tinglado que mueve 2,38 billones de dólares anuales?. La respuesta es lógica (dirán que es perversa, no entro en eso): en USA todo, absolutamente todo, es objeto de negocio, la salud, evidentísimamente, también, incluso más que otras necesidades: puede, incluso en USA, sortearse la necesidad de tener un automóvil, pero si alguien se pone enfermo ese alguien hará lo que sea para que le curen porque ante la enfermedad no hay alternativa.

La sanidad, la salud, en USA, ha sido y es un supernegocio, y como tal, y por tal, ha sido protegido y sustentado con las apoyaturas legales convenientes, en mucha medida gracias al superpoder de las compañías de seguros especializadas en la cobertura de servicios sanitarios. Bien. Sin embargo a este razonamiento le falta algo.

‘OK, la depredación llevada a cabo por desalmados empresarios de la sanidad, depredación bendecida por unos legisladores presionados por unos lobbies terribles y rufianescos ha llevado a que USA cuente con un servicio sanitario carísimo e ineficiente, pero, ¿por qué la ciudadanía USA no se ha rebotado contra esta situación?’, pregunta el del fondo. La respuesta de halla en el espíritu del pueblo USA.

El Capitalismo moderno fue inventado en USA porque el moderno capitalismo precisa de un elemento que, en la proporción necesaria, únicamente se halla presente en las ciudadanas y en los ciudadanos USA: el hiperindividualismo. Es el espíritu del pionero, el carácter irreductiblemente independiente de alguien que desciende de quienes tuvieron de marcharse de sus lugares de procedencia porque se morían de hambre ya que no eran necesarios o porque sus creencias e ideas eran no toleradas y si perseguidas, es el modo de ser de unas gentes que llevan en los genes el conocimiento de que ningún paraguas se halla sobre sus cabezas, de modo que son ellos o la nada. A alguien así es extraordinariamente fácil manipularle y hacerle creer que una asistencia sanitaria supervisada por un ente burocrático, represor y terrible como es el Estado, aunque le atienda en la enfermedad, le hará pagar con su libertad y con la renuncia a sus creencias esa atención; a eso añadamos la predeterminación que empapa toda la doctrina calvinista y que tan bien quedó reflejada en el darwinismo social nacido, en USA, claro, a finales del siglo XIX.

Entonces, si el ciudadano medio USA prefiere morirse a ser atendido por el Estado porque el coste no económico que tendrá que pagar será enorme, y si la sanidad es fuente de negocio tremebundo, ¿por qué en esta ocasión sí ha salido adelante una reforma sanitaria?. Pienso que la respuesta a esta pregunta, ni se halla en la bondad de los legisladores USA ni en los lamentos de los millones de ciudadanos no atendidos; se halla en las consecuencias de la crisis sistémica que ya está llamando a la puerta y que afectará al planeta a partir del año que comienza dentro de tres días.

El sistema sanitario USA (y siguiendo dejando al margen las cuestiones éticas) tiene un punto muy débil: precisa que la población obtenga una renta media que le permita pagar lo que le pidan, precisa que las compañías obtengan unos ingresos que les posibiliten pagar las coberturas de sus plantillas, precisa que la capacidad de endeudamiento crezca lo que en cada momento sea conveniente, y precisa que las expectativas evolutivas de todo lo anterior sean al alza; si algo de todo eso, o si todo eso, falla el sistema sanitario USA, pura y simplemente se derrumba, y las consecuencias de ese derrumbe pueden ser dantescas: una cosa es que alguien esté enfermo y que se entrampe de por vida para que le curen y otra muy distinta que se muera porque no puede ni pagar su curación ni obtener un crédito. Pienso que lo que ha movido a que el Congreso USA apruebe esta reforma es poner en marcha los instrumentos necesarios para paliar, en parte, esa segunda situación porque tenderá a generalizarse.

En otras palabras, la legislación aprobada en el Senado USA el pasado día 24 no estaba orientada a saldar ninguna cuenta con ningún pasado, sino a sentar unas mínimas bases para paliar una situación social de carencias y miseria que hoy es muy, muy difícil de imaginar. Es decir, es una legislación preventiva, no curativa, que complementa el Food Stamp Program que se puso en marcha en 1939 y que, pienso, será potenciado a lo largo de los próximos meses.

El texto aprobado (aquí encontrarán información abundante: http://www.healthreform.gov/) respira soporte, ayuda; no regala absolutamente nada, prepara. A esto añadamos otras cosas, como el déficit de 21.000 millones de la novena economía del planeta: California, cuyas necesidades de fondos para continuar prestando una serie de servicios ultramínimos le han llevado a solicitar ayuda de supervivencia el Gobierno federal; cosas como el desempleo total de 17%, como los graves problemas presupuestarios en estados superdependientes del ladrillo.

¿Quién dice que no pasa nada importante los días de Navidad?.
Santiago Niño Becerra.
Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

Fuente: La Carta de la Bolsa
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14.10.09

Santiago Niño Becerra y "el principio" del Crash económico global

Santiago Niño Becerra sostiene que en el año 2010 se producirá el "Crash" de la economía global y asegura que ya estamos en los comienzos de tal catástrofe...
Dice que no se produjo antes debido al papel de China en los últimos años que sostuvieron a EEUU. Mientras tanto, antes desde el G-8 y ahora desde el G-20, se intenta ganar tiempo aplicando parches que sostienen toda la estructura económica de una manera precaria.

... ... ...

El principio


G-20: se acabó: ya están llegando, ya están llegando: ya han llegado.

Pittsburg pasará a la Historia: como el lugar en el que quienes eran algo en el momento en el que el sistema se encontraba a principios de los 10 (más algunos invitados), pusieron sobre la mesa que lo que estaba sucediendo no era solo tal cosa (una sola cosa) sino algo complejo, imbricado, interconectado: sistémico.

Y ha sido USA quien lo ha sacado a la luz: ya no puede aguantar más con el pacto al que se llegó en 1944 y que ha sido remendado y manipulado mil veces desde entonces. USA ya no puede seguir absorbiendo los gadgets ( algo así como: artefactos o aparatos) que el resto del mundo cada vez produce en mayor número, aunque le financien la compra de tales gadgets. Es así de simple: el tinglado se acabó y ya se está empezando a admitir. (En “El crash del 2010” lo cuento con más detalle).

Lo chusco del caso es que cuando la primera ministra Angela Merkel dice que lo único importante es la regulación financiera y cuando el presidente Barack Obama dice que USA no puede continuar endeudándose-consumiendo como hasta ahora, están diciendo exactamente lo mismo: que la estructura que ha contenido al sistema en estos últimos 70 años, se ha acabado. Ya, ya, aún no lo han admitido del todo y por eso quieren meter a China en la ecuación para alargar un poco más el tinglado -la culpa es de los chinos que ahorran mucho y consumen muy poco-, pero quienes tienen que saberlo ya lo saben: ‘el mundo ha ido bien’ porque China ha hecho lo que ha estado haciendo, si hubiese hecho otra cosa, el sistema ya se hubiese roto en el 91. Además, China ni sabe hacer otra cosa, ni puede actuar de otra manera: China no puede ponerse a consumir porque se comería el planeta.

Paralelamente, ese supermagnífico -y dependiente- crecimiento que China ha tenido lo ha tenido porque ha estado financiando a USA todo lo que USA le ha estado comprando, porque todo bicho viviente ha ido a invertir a su casa para bajar costes, y porque su moneda ha estado por los suelos, cosa que a quienes ahora se quejan les ha estado conviniendo: si el yuan hubiese estado más caro el precio de las Barbies con las que jugaban las niñas USA de rubios cabellos hubiese sido mucho más elevado y los padres de esas niñas … hubiesen consumido muchas menos muñecas con lo que los beneficios de unos y el crecimiento de la otra hubiese sido mucho menor, y el tema no tenía que ir por ahí.

USA no puede consumir más; quienes le venden a USA no pueden continuar aumentando más su capacidad productiva; al dólar no se le puede seguir aceptando un valor que, en realidad, no tiene; los déficits de los Estados y las deudas de gentes y empresas no pueden estar ni un minuto más donde han llegado; la calidad de muchos activos, de gran número de créditos y de un porrón de seguros de impagos que se ha admitido buenísima y que nadie ha discutido es una caca y no puede seguir ignorándose ese hecho; y el factor trabajo que ha estado empleado en actividades pagadas con deuda sobra porque la gente ya no puede admitir más deuda. Pero aún no es momento de decir todo esto ni de actuar en consecuencia.

¿La moraleja de Pittsburg?, que aún no se puede hacer nada porque aún no toca hacer nada. Repasen las fechas en las que el G-20 empezará a actuar de verdadero poli malo: cuando la crisis haya estallado y ya no quede otra alternativa que meter el bisturí, entonces será cuando se actúe: a finales del 2010 comenzarán los supervisores a compartir información sobre grandes entidades financieras y a vigilar las megarremuneraciones de sus altos directivos, y a mediados de 2011 comenzará la convergencia internacional de normativas contables; de momento a seguir con los estímulos a fin de poder llegar a ‘después del estallido’: después del crash.

Mi lectura de lo trascendido: las cosas están tan rematadamente mal y tan tremedamente interconectadas que a día de la fecha no se quiere hacer nada porque la población, la mayoría de las compañías, y la totalidad de las entidades financieras no podrían asimilar las consecuencias de lo que hay que hacer. Se sabe de sobra lo que hay que hacer, y está ya escrito lo que se hará, pero cuando la crisis haya arrasado todo deseo de milagro, toda esperanza de ‘volver a lo de antes’, cuando una atemorizada población y un arruinado tejido económico estén dispuestos a aceptar lo que haga falta para sobrevivir; es decir, se planteará la amputación cuando la gangrena ya haya invadido la extremidad infectada.

Mientras, pomadas: ayudas, estímulos, palabras, sonrisas, promesas, avisos, advertencias. Nada. Lo poco que aún queda se gastará en cataplasmas para sostener al enfermo, en emplastos para mantenerlo hasta mañana; unas cuantas y unos cuantos se beneficiarán de la espera, en la espera, ¡claro!: rebañar el plato. Redistribución negativa, si, pero mucho más que eso será la base de las bases del cambio de mañana. Ya sé: aún no toca, pero continuaré pensando que es posible ganar unos meses al tiempo (posiblemente sea porque nunca he soportado sentarme a esperar: cosas de carácter).

Estamos al principio, pero ya estamos más cerca. Lo repito: ¿estrategias de salida?, ¡pero si aún no hemos entrado!.

(¿En qué sí se han puesto de acuerdo para empezar a actuar?, pues en lo tocante a las commodities: queda poco, hay para poco).

(¿Por qué el G-20 sustituirá al G-8 como referente sistémico?, pues porque para el cambio que vendrá es preciso contar con más, con más que algo tengan que representar. ¿España?, bueno, España algo puede, aún, decir en América Latina: ese puede ser su rol: leer el papel que en cada ocasión se le diga que hay que leer).

Santiago Niño Becerra.
Catedrático de Estructura Económica.
Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

FUENTE: La Carta de la Bolsa


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4.10.09

Residuos

Santiago Niño Becerra

Fíjense a donde ha llegado nuestro actual sistema económico que la cantidad de basura, de residuos, de mierda, vamos, que genera un país, una región o una comunidad es signo de su nivel de desarrollo económico: a más porquería mayor standard de vida. Lo peor de todo es que es cierto. (Sugerencia: lean en artículo que El País Negocios del 30.08.2009 publicó en su Pág. 7).

La evolución a la que ha llegado nuestro sistema es un lugar en el que el consumo DE TODO es la quintaesencia del crecimiento: a más consumo -de todo- mayor crecimiento. (A estos efectos una máquina, una herramienta también es consumo, sobre todo teniendo en cuenta que el objetivo es amortizar esa máquina, esa herramienta en un período de tiempo inferior al año convirtiendo ese ‘consumo’ en un gasto). Consumo de todo, luego también de envases, de envoltorios, de gadgets (artilugios, elementos "extras") varios que acompañen el objeto en sí a fin de aumentar su valor añadido (que no de uso o de cambio), pero que nada tienen que ver con el bien en sí. Gadgets que debían ser de usa-y-tira a fin de no crear innecesarias incomodidades ni estúpidas perdidas de tiempo: el modelo kleenex, en una palabra.

En esa dinámica, cuantos más bienes o servicios se consumieran, más gadgets desechados se generarían (y se fabricarían y se consumirían, claro), gadgets que una vez consumidos los bienes a los que acompañan pasan a ser tan sólo basura. Luego el volumen de residuos de una sociedad es sinónimo del nivel de desarrollo que ha alcanzado. (No lo critico: ha sido así, y ha sido así porque la evolución de las cosas ha llevado a eso: hemos estado creciendo con arreglo a ese modelo; punto).

Evidentemente, a la que el volumen de residuos empezó a crecer nació una actividad: su tratamiento a fin de reciclar aquellos elementos parte de esos gadgets para su posterior reutilización. ‘Ese nacimiento se produjo por conciencia ecológica’, dice el del fondo; pues sí, pues vale; tanto da, se produjo que es lo que interesa. ‘Reciclaje’, el concepto es sutil, y revelador. Se ponían en marcha unos procesos a fin de recuperar unos elementos que no habían sido suficientemente utilizados, de ahí que su vida aún diese para nuevas utilizaciones. En realidad, e implícitamente, aunque sin decirlo, se estaba admitiendo EL problema del sistema vigente: el desperdicio.

Se ha crecido desperdiciando, infrautilizando, utilizando ineficientemente y en una cantidad inadecuada, a todos los niveles, incluso en los elementos de seguridad. Lo de antes: ha sido así; además, y por lo dicho, actuar así ha generado doblemente PIB: al consumirse y al reciclarse.

Bien. La actividad económica lleva meses declinando y ello incide en el descenso en el consumo DE TODO, de esos gadgets que acompañan a los bienes y servicios que se consumen, también, lo que afecta negativamente a la generación de residuos, lo que es muy malo para el negocio de las compañías que se dedican a reciclar residuos, y para la economía en general ya que la menor cantidad de basura es sinónimo de que las cosas van mal. ¿Qué hay que hacer?, ¿cuál debe ser el objetivo?, pues volver a lo de antes: volver a generar mucha porquería, es decir a crecer.

¿Dicho así suena grotesco?, pues es lo que hemos estado haciendo, y todos hemos estado muy contentos de no tener que retornar envases; y nos maravillábamos cuando veíamos el porrón de cartón, retráctil, estiropor, flejes varios y bandas sujetadoras que acompañaban al teléfono móvil que habíamos adquirido porque ya nos habíamos aburrido del que compramos hace dos meses (en el reino, el la cúspide del ‘España va bien’, la ciudadanía se cambiaba de móvil cada 2,5 meses); y nos quedábamos fríos cuando tirábamos a la basura una tostadora que funcionaba perfectamente sólo porque no tenía la graduación perfecta para ese pan de molde artesano que a cuatro euros el medio Kg. habíamos comprado en la boutique de pan de ese centro comercial que estaba a veinte Kms. de nuestro domicilio y al que habíamos ido en nuestro Hummer sin otra compañía que nosotros mismos porque alguien que podía haber ido con nosotros estaba en otro centro comercial adquiriendo una mantequilla de hierbas hindúes que sólo allí se encontraba. Mientras, los fabricantes de Hummers, mantequilla de hierbas, pan de molde de 0,8 cts. el gramo y tostadoras, se afanaban en utilizar muchos embalajes vistosos y en conseguir mucha producción que había que vender a quienes consumían, para que creciese la economía, evidentemente.

Ha estado bien, sobre todo porque no había otra cosa, pero se acabó. Basura, la mínima, y a reciclarla hasta que no quede nada por extraer: eso es productividad, y eficiencia. ¡Y dicen que no va quedando nada por reciclar!, ¿y todos esos vertederos que hay por el mundo?. Si una actividad tiene futuro es precisamente esa: el reciclaje. Seguro.

(En línea con las pasadas elecciones alemanas, reproduzco un mail que me ha enviado una lectora. “Ya le dije que (en Alemania) existía un pacto entre los empresarios del sector industrial y el Gobierno hasta el 27/9. Al parecer, a partir del 28 comenzarán a aparecer muchos datos que alarmarán a la sociedad alemana.

No obstante, el pasado 17/9, el semanario alemán ‘Der Spiegel’ publicaba una información sobre el fuerte impacto de la crisis en el mercado laboral, a pesar de esa recuperación coyuntural (http://www.spiegel.de/wirtschaft/soziales/0,1518,649536,00.html). Según esta fuente, la cifra de empleos en el sector industrial había descendido tanto como no ocurría desde hacía 12 años y también la cantidad de horas trabajadas, lo que se debería a la ampliación de la jornada laboral reducida. Consecuentemente, la BA (Agencia Federal de Empleo) cuenta con perdidas millonarias.

De acuerdo con un estudio de la DGB (Federación Alemana de Sindicatos), dicha Agencia estaría en números rojos por una cantidad de 50.000 millones de Euros hasta el 2013. Proponen que el Estado Federal intervenga con ayudas. En el presente año, los gastos de la Agencia se habrían incrementado ya un 12% en comparación a 2008 y los ingresos habrían disminuido un 16%. Además, las reservas con las que contaban por un importe de 16,7 mil millones de Euros ya estarían agotadas este otoño. En los Presupuestos Generales del 2010 se habría previsto una cifra de 20.000 millones de Euros para dicha Agencia”.

¿Pero no nos decían que Alemania era la locomotora europea?).

(Ayer El País, en su Pág. 27, publicó un texto excepcional del Sr. Jesús Mota. “El envés de la trama fiscal”. Cuando hayan acabado su lectura -léanlo si no lo han hecho ya- formúlense dos preguntas y mediten sobre ellas: 1) ¿podrá España vender toda la deuda pública que tendrá que emitir?, y 2) los impuestos que el Gobierno (en el contexto del texto) ha tenido que subir / tendrá que subir, ¿podrán ser pagados por todas aquellas personas a quienes afecten?).

Santiago Niño Becerra.

Catedrático de Estructura Económica.
Facultad de Economía IQS.
Universidad Ramon Llull.
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"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)